La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró una presa clandestina construida en Rancho Torrado, presuntamente perteneciente a los dueños de grupo Alsea.
El pasado 9 de septiembre Grupo REFORMA dio cuenta de que el desbordamiento había ocurrido el 5 de septiembre y que la presa había sido construida sin ningún permiso por parte de las autoridades.
Al respecto, la Profepa informó que personal adscrito a la Subdelegación de Inspección y Vigilancia de Recursos Naturales se presentó el pasado 10 de septiembre en el lugar de los hechos y ahí encontró que la construcción del Lago artificial, de una superficie aproximada de 800 m2, no tenía autorización alguna en materia de impacto ambiental para obras dentro del área natural protegida, además se encontró la afectación del Bosque de aproximadamente 7 mil 500 m2 por desagüe del lago, causado por derrumbe o deslizamiento accidental, lo que a su vez provocó erosión en el suelo forestal y derrumbe de arbolado y vegetación secundaria.
Ante los hechos encontrados, la Profepa decidió clausurar la obra e impuso una medida de urgente aplicación, asimismo señaló que la unidad jurídica adscrita a dicha delegación en el Estado de México determinará el resolutivo que en derecho proceda.
El Observatorio Ciudadano de la Subcuenca Valle de Bravo reiteró el llamado para que dicha obra sea cancelada definitivamente y se sancione a los responsables del daño ambiental ocasionado y que se les obligue a reparar los daños a las personas afectadas en sus casas y sembradíos debido al desbordamiento del río.