Cicatrices de cuatro guerras

Desde 2008, más de 4.000 palestinos han muerto en los conflictos, en torno a la mitad de ellos civiles. La cifra de muertos israelíes es de 106

Desde los restos de su salón, donde los misiles israelíes reventaron una pared, Zaki y Jawaher Nassir tienen una ventana a las penurias de su vecindario.

En la estructura desnuda de un edificio, varios niños juegan a videojuegos sobre un trozo de concreto caído. En otra, un hombre mira al exterior junto a una cama llena de escombros

Antes de que este vecindario fuera golpeado por su cuarta guerra en 13 años entre Israel y Hamas, los Nassir solían sentarse junto a su ventana y veían jugar a los niños. Ahora ven trabajadores de demolición retirando los escombros para que ellos y sus vecinos puedan empezar a reconstruir, otra vez.


| Varios palestinos empiezan a demoler una casa dañada por ataques aéreos.

TOMAN EL CONTROL

Tras ganas las elecciones palestinas en 2006, Hamas chocó al año siguiente con el partido rival, Fatá, y tomó el control de Gaza. En 2008, Israel lanzó una gran ofensiva en respuesta al intenso fuego de los milicianos.

Unas dos semanas y media después de que comenzara esa guerra, el Ejército israelí hizo una pausa en los combates para que los vecinos pudieran abastecerse. Khaldiya Nassir preparaba las verduras que le quedaban a la familia cuando su esposo, Adham -sobrino de Zaki Nassir- anunció que salía a conseguir harina.

En su camino a casa, una mujer le hizo señas y le pidió ayuda para su hija herida. Cuando Adham, de 38 años, cargaba a la niña desde la casa, resultó herido en el cuello y la espalda por una ráfaga de disparos. Fue evacuado a un hospital egipcio y murió tres semanas más tarde. Su esposa culpa a las fuerzas especiales israelíes.

‘Todo ha desaparecido‘, ‘Ya no podemos permitirnos más miedo’

En su mayor parte, los Nassir salieron indemnes del siguiente conflicto, en 2012. Pero la suerte de su barrio terminó con el regreso de la guerra, menos de dos años más tarde.

En 2014, tres adolescentes israelíes fueron secuestrados en Cisjordania y aparecieron muertos unas semanas después. Miembros de Hamas reivindicaron más tarde el crimen, e Israel detuvo a decenas de sus líderes en Cisjordania.