“La gente ya está cansada de que ocasionalmente llegan cuadrillas de Comapa (Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado) para realizar algunas maniobras a las alcantarillas pero nada resuelven con ello”, dijo María Muñoz, vecina de la colonia Aquiles Serdán.
Se ignora a qué se deba la indolencia de parte de las autoridades a quienes corresponde poner fin al problema, pero lo que sí es que las familias perjudicadas que viven a uno y otro lado de la Ruvirosa, ya no soportan la pestilencia derivada de las aguas negras que fluyen por las alcantarillas.
“Lamentablemente la gente tiene enfrente de sus casas verdaderos chiqueros cuya pestilencia ya no se aguanta por lo que hacemos un nuevo llamado a quienes tienen la obligación de actuar para que vengan y resuelvan la situación por la que atraviesan mucha gente entre niños, mujeres y hombres”, señaló María Muñoz.
Y esta es la ciudad modelo, la modernizada y progresista de la que hablan las autoridades, se preguntó quien fuera dirigente del sector hasta hace pocos años.