Banco de datos saca a la luz guerra de pandillas

La Red Nacional de Balística pasó a ser una herramienta forense que aporta información relevante

Encontrar casquillos es mejor que encontrar huellas digitales, Dominic Sodolak, investigador.

McAllen, Tx.- Las letras de Kenneth Roberson reflejaban la violencia de las pandillas de su barrio en la ciudad de Houston, a casi seis horas en auto, de esta ciudad fronteriza con México

“Mami llora, hijo muere en esta escena del crimen”, decía en su tema de rap. Fueron palabras proféticas, ya que este joven músico fue asesinado en septiembre del 2018 por individuos que dispararon desde un automóvil, dejando a su madre Yvonne Ferguson-Smith destrozada.

“No sé cómo seguir adelante”, dice la madre, quien creó una organización sin fines de lucro llamada TEARS para ayudar a madres afligidas. “Era como si en sus canciones hablase de su propia muerte”.

La muerte de Roberson tal vez no se hubiese resuelto de no haber sido por un banco de datos de balística que vinculó la muerte del joven de 24 años con una serie de matanzas que parecían no estar relacionadas pero que las autoridades creen ahora que son parte de una guerra de pandillas que ha costado más de 60 vidas en los últimos seis años.

La Red Nacional de Información de Balística Integrada (National Integrated Ballistic Information Network, o NIBIN) es un banco de datos de casquillos de balas que existe desde hace unas dos décadas, pero que últimamente ha pasado a ser una herramienta forense que aporta información relevante a los investigadores.

El fiscal de distrito del condado de Harris Kim Ogg dice que el banco de datos es un instrumento invaluable.

"NIBIN muestra cuántas de estas balaceras (en Houston) están relacionadas. Cuando me lo trajeron, quedó claro que se trataba de una guerra de pandillas”, dijo Ogg.

Las autoridades dicen que las matanzas son parte de una guerra entre dos pandillas: la “100 Percent Third Ward”, o 103, y Young Scott Block, o YSB. La batalla entre ambas ha costado la vida de pandilleros y de otras personas ajenas a las pandillas, incluido un niño de ocho años.

La información de los casquillos recuperados en las escenas de matanzas o disparados con armas confiscadas a título de prueba es incorporada al banco de datos, el cual es manejado por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (conocida por sus siglas en inglés, ATF). El banco de datos busca posibles correspondencias entre casquillos que indiquen que fueron disparados por la misma arma.

Las correspondencias dan a las autoridades elementos pare encaminar sus investigaciones que antes no tenían y pueden acelerar incluso la resolución de casos.

n el año fiscal del 2019, NIBIN ayudó a resolver 68 incidentes con balas y condujo al arresto de 36 personas en Houston. También resolvió 122 tiroteos y generó 95 arrestos en San Antonio, según la ATF.

El organismo dijo que desde marzo del 2018, el banco de datos fue clave en la detención o el juicio de 754 personas en todo el país.

Laurie Woods, disertadora de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, que en el pasado trabajó con la policía, dijo que el banco de datos debe ser usado para generar pistas.

Destacó, no obstante, que si bien puede haber muchos elementos en común entre dos casquillos, “no hay coincidencias totales”.

Algunos estudios recientes ponen en duda la confiabilidad de estos análisis y Ogg dijo que tecnologías como la que usa NIBIN deben ir acompañadan de “investigaciones de detectives de la vieja escuela”.

La policía del condado de Fort Bend, un suburbio de Houston, considera que NIBIN bien vale el trabajo extra que representa incorporar la información de los casquillos al banco de datos, responder llamadas y procesar la evidencia.

“Encontrar casquillos es mejor que encontrar huellas digitales”, aseguró el investigador de esa oficina Dominic Sodolak.


REVISIÓN. El agente Dominic Sodolak examina un casquillo de bala en la unidad policial de Richmond, Texas, el primero de julio del 2019. 

 

Resuelven asesinatos, tiroteos y genera arrestos

En el año fiscal del 2019, NIBIN ayudó a resolver 68 incidentes con balas y condujo al arresto de 36 personas en Houston. También resolvió 122 tiroteos y generó 95 arrestos en San Antonio, según la ATF.

El organismo dijo que desde marzo del 2018, el banco de datos fue clave en la detención o el juicio de 754 personas en todo el país.

Laurie Woods, disertadora de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee, que en el pasado trabajó con la policía, dijo que el banco de datos debe ser usado para generar pistas.

Destacó, no obstante, que si bien puede haber muchos elementos en común entre dos casquillos, “no hay coincidencias totales”.

Algunos estudios recientes ponen en duda la confiabilidad de estos análisis y Ogg dijo que tecnologías como la que usa NIBIN deben ir acompañadan de “investigaciones de detectives de la vieja escuela”.

La policía del condado de Fort Bend, un suburbio de Houston, considera que NIBIN bien vale el trabajo extra que representa incorporar la información de los casquillos al banco de datos, responder llamadas y procesar la evidencia.

“Encontrar casquillos es mejor que encontrar huellas digitales”, aseguró el investigador de esa oficina Dominic Sodolak.