PERTH, Australia.
Habían aumentado las presiones para que el espectáculo en Sydney fuese cancelado, antes de que el Servicio Rural de Bomberos de Nueva Gales del Sur aprobase el evento el lunes. Se espera que las populares celebraciones atraigan a 1 millón de personas a la Bahía de Sydney y generen 130 millones de dólares australianos (91 millones de dólares) para la economía del estado. El año pasado, un estimado de 1.000 millones de personas en todo el mundo vieron el espectáculo por televisión.
Para el martes se esperaban temperaturas de hasta 33 Celsius (91 F) en Sydney, con condiciones más calientes en los suburbios occidentales. También se esperaba que continuase la capa de humo espeso que ha cubierto los sitios famosos en la ciudad.
“El aire caliente que llega del centro de Australia es particularmente seco y entonces se espera que empeoren en Nueva Gales del Sur al a cercarse el martes”, dijo el comisionado de bomberos rurales Shane Fitzsimmons.
El primer ministro australiano Scott Morrison dijo el domingo que los fuegos artificiales deben proceder para mostrar la resistencia de Australia.
En Victoria, el segundo estado más populoso del país, incendios descontrolados estaban forzando a miles de residentes y visitantes a abandonar el área. Melbourne, la capital de Victoria, registró temperaturas de 41 Celsius (106 F) el lunes, con áreas al suroeste de la ciudad llegando a 44 C (111 F).