NAIROBI, Kenia
El grupo extremista al-Shabab, ligado a Al-Qaeda, se atribuyó de inmediato la autoría del atentado a través de su radio, Andalus. Los insurgentes, que suelen atacar objetivos militares en Mogadiscio y controlan grandes zonas en el sur y el centro del país, no han dado indicios de ralentizar su actividad por la pandemia del coronavirus.
El capitán de la policía, Mohamed Hussein confirmó la cifra de víctimas mortales del ataque a The Associated Press, y el coronel Ahmed Muse explicó que el suicida atentó en la base de la brigada militar 12 de abril, cerca de un estadio deportivo recién reabierto, en el distrito de Warta-Nabadda,
La reapertura del estadio había sido celebrada por el presidente del país, entre otros, como un síntoma de que los intentos de la nación del Cuerno de África por reconstruirse después de tres décadas de conflicto y caos, aunque explosiones de mortero en el exterior llevaron a los aficionados a buscar refugio.
Según los testigos, podían escucharse las sirenas de las ambulancias mientras la policía acordonaba la zona. Del lugar de la explosión salían enormes nubes de humo.