En menos de tres meses de aplicación de un paquete de leyes que permitió en Cuba la apertura de pequeñas y medianas empresas privadas luego de casi cinco décadas de prohibición, las autoridades aprobaron casi 900 de ellas.
Un reporte del Ministerio de Economía y Planificación indicó que hay 901 nuevos emprendimientos aprobados bajo la norma que entró en vigor el 20 de septiembre. De ellos 854 son particulares, 18 estatales y 18 cooperativas. En conjunto generan 14.162 puestos de trabajo, informó la dependencia en un comunicado.
La apertura de pequeñas y medianas empresas (pymes) fue el último paso de una serie de aperturas graduales a la iniciativa privada cerrada en 1968 cuando talleres, tiendas, bodegas o comercios fueron absorbidos por el Estado o clausurados como parte de una centralización similar a la de la aliada Unión Soviética.
Desde entonces los emprendimientos particulares fueron socialmente estigmatizados o clandestinos hasta un paquete de medidas aprobadas por el expresidente Raúl Castro en 2010 -que permitió el trabajo independiente pero no la constitución de firmas- a fin de socorrer a una economía con baja productividad y planteles estatales sobredimensionados.