Diputados y senadores llegaron a la Cámara alta pertrechados con caretas y cubrebocas para correr los menores riesgos posibles frente a la pandemia del coronavirus.
"Nadie está exento al contagio, nadie. Este virus, esta pandemia, es inesperada y dolorosa, y hay que cuidarnos todos. Los que no tengan nada que hacer, quédense en su casa. Nosotros sí, porque es una actividad esencial y el 1 de julio empieza el T-MEC y creemos que es indispensable trabajar", argumentó Ricardo Monreal, presidente de la Jucopo en Senado.
Después de presidir una sesión de la Junta de Coordinación Política, Monreal entró al Pleno para supervisar los trabajos de las últimas horas con miras a la sesión de la Comisión Permanente.
Previo a la sesión, el recinto había sido desfinfectado y todos los escaños fueron separados por acrílicos.
Por tratarse de la Comisión Permanente, sólo asistirán 39 parlamentarios, lo que permitiría que no se sobrepase el límite de 50 personas establecido por las autoridades de Salud.
La apertura de los trabajos -que servirán para convocar a un periodo extraordinario de sesiones- se vio ensombrecida por el fallecimiento de un hijo del coordinador de la diputación federal del PAN, Juan Carlos Romero Hicks.
De hecho, en la puerta de acceso a la sala de juntas de los senadores blanquiazules fue colocado un crespón negro en solidaridad con el guanajuatense.
Por el Patio del Federalismo han desfilado, entre otros, los diputados priistas Rubén Moreira y Dulce María Sauri, así como el perredista Miguel Ángel Mancera, protegidos con cubrebocas.
Varios grupos trabajan en salones para preparar los dictámenes que serían enunciados en la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.