Ciudad de México.- Contra viento y marea, el Raymond James Stadium consiguió llegar a buen puerto para convertirse en sede del Super Bowl LV.
Poco importaron las adversas corrientes que sugerían la cancelación del evento, pues el inmenso inmueble ubicado en Tampa, Florida no sólo será la casa de una nueva edición del Súper Tazón, sino que podrá albergar a 22 mil aficionados, algo que hace meses parecía imposible.
Es cierto que eso es poco menos de una tercera parte del aforo total del estadio, pero el esfuerzo que han hecho las autoridades de Florida para poder organizar el partido rindió los frutos necesarios para que se abrieran las puertas de la fortaleza de los Bucaneros, que buscarán en su casa el segundo anillo de campeón de la franquicia.
Los protocolos para el ingreso y estancia durante el partido le impedirá a los aficionados asistentes disfrutar de las amenidades de un inmueble al que se le han invertido 160 millones de dólares en los últimos 5 años para remodelarlo.
La implementación de casi 2 millones de luces LED y facilidades como red de internet 5G serán aprovechadas sólo por unos cuantos.
Además, para adaptar espacios de uso común a las necesidades de la pandemia, el gobierno de Florida, en colaboración con los Bucaneros, invirtieron otros 7 millones de dólares para facilitar el distanciamiento social.
Aunque la seguridad de los asistentes es prioridad, el Raymond James Stadium está listo para ser el hogar de un atípico Super Bowl, que en plena pandemia promete un espectáculo muy distinto al que nos tiene acostumbrados.
Boletos, por las nubes
Agencia Reforma
Los boletos para el Super Bowl LV estuvieron por las nubes.
3 super Bowls (XXXV, XLIII y XLV)