McAllen, Tx.- Delfino Gaona, de 47 años de edad, propietario de una empresa de construcción, ha admitido su culpabilidad en relación con su participación en un esquema de fraude financiero de 2.5 millones de dólares, según dieron a conocer autoridades federales.
Gaona se declaró culpable de un cargo de conspiración para defraudar a los Estados Unidos y un cargo de no presentar un informe de transacción monetaria por parte de un negocio. El sujeto en mención era el dueño de Keystone Construction, con sede en Mission.
Según lo destacado, desde el primero de diciembre de 2014 hasta el 14 de noviembre de 2018, el inculpado aceptó mas de 10 mil dólares en aproximadamente 13 transacciones de bienes raíces por separado. Sin embargo, no presentó un Formulario 8300 del IRS ante el Secretario del Tesoro para cada una de las transacciones. Como parte de su declaración, admitió haber recibido más de 2.5 millones de dólares y estructurar las transacciones, así como falsificar recibos, en un esfuerzo por evadir el requisito de presentación de informes.
Según la ley federal, cualquier comercio que recibió mas de 10 mil dólares en efectivo en una transacción, debe presentar un Formulario 8300 del IRS.
La juez de distrito, Micaela Álvarez, impondrá la sentencia el próximo 24 de junio. En este momento, Gaona enfrenta la posibilidad de una condena de hasta 10 años en una prisión federal y una posible multa máxima de 500 mil dólares, por no presentar un informe de transacción monetaria. También enfrenta la posibilidad de hasta cinco años de prisión por no presentar una declaración para defraudar a los Estados Unidos y una posible multa máxima de 250 mil dólares.
El Grupo de Trabajo sobre Crímenes Financieros Complejos del Buró Federal de Investigaciones, FBI, realizó la investigación con la asistencia de la Administración de Control de Drogas, DEA, el Departamento de Seguridad Pública de Texas, DPS, la Unidad de Fraude del Departamento de Seguros de Texas, la Oficina del Sheriff del Condado de Hidalgo y los departamentos de policía en McAllen y Pharr.
El acusado era el dueño de Keystone Construction, con sede en Mission.