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En un panorama de cuarentena sanitaria y aislamiento social, la ciudad de Reynosa ha sido mudo testigo del fallecimiento de 345 personas por Covid-19, registrado en el lapso de ocho meses: del primero de enero al 31 de agosto del 2021.
No se descarta la posibilidad de que puedan agregarse más por rezagados que pudieran surgir en los próximos días.
“Puede decirse que del total de decesos, el 47 por ciento han ocurrido en el Hospital General y el otro 47 en la clínica regional del IMSS en tanto que el restante seis por ciento se registró en hospitales particulares y algunos en los domicilios de las víctimas”, dijo José María Almaguer Ponce, jefe del departamento de Panteones del municipio.
Se estima que el 60 por ciento de las defunciones han sido de masculinos y 40 por ciento de mujeres.
En cuanto a las edades de quienes perdieron la batalla contra el Coronavirus, van desde los 65 años hasta los 15.
“Precisamente ayer se atendió un trámite también de Covid-19 de una jovencita de apenas 17 años”, apuntó el funcionario.
Contagios y defunciones siguen dándose aún cuando en menor cantidad en comparación a por ejemplo julio del 2020 en el que se alcanzó el pico más alto de fallecimientos, pues llegaban a ser hasta 16 o más diarios.
Ahora, las cosas son diferentes e inclusive hubo semanas en las que apenas seis bajas por ese concepto se reportaban.
Sin embargo, repentinamente volvía la línea ascendente y el pasado fin de semana así lo confirmó incluido el lunes anterior.
HAY TEMOR
En el caso de la pretensión de autoridades de Salud, de Educación y COEPRIS estatal de volver las clases presenciales a escuelas oficiales y particulares, existe gran preocupación y temor porque podrían generarse contagios de Covid-19 y no queremos pensar en posibles bajas por la misma enfermedad, si no se toman las medidas necesarias y adecuadas para instalar una cortina, una barrera para evitar que lleguen a producirse casos dentro de los planteles, indicó.
“Creo que lo mejor es esperar a que bajen contagios y defunciones, lo que daría mayor tranquilidad y seguridad tanto a educandos, papás y mamás así como a los propios maestros y directivos escolares”, concluyó Almaguer Ponce.