Amenaza para la salud, matanza ilegal de cerdos

Juan de los Santos de los Santos.

Miles de matamorenses se encuentran en un serio peligro de ser víctimas de la enfermedad llamada cisticercosis, la cual afecta directamente al cerebro, al estar consumiendo tacos, tortas y gorditas rellenas con carne de cerdo y de res que fueron sacrificados mediante matanzas clandestinas en las que no se reúnen las condiciones básicas y reglamentadas por la Secretaría de Salud.

Juan de los Santos de los Santos, administrador del Rastro Municipal, informó que diariamente son sacrificadas mediante las rigurosas normas de la Secretaría de Salud un promedio de 10 reses, y 25 cerdos, cifras que no equivalen a la cantidad de puestos de “carnitas” y de tacos que existen por todos los rumbos de la ciudad.

A pesar de que las tiendas departamentales se han convertido en una competencia para la matanza de animales que se realiza en el Rastro Municipal, de alguna manera se puede considerar que ese tipo de carne proviene de animales que en su momento estuvieron en algún rastro, y que para su sacrificio tuvieron que pasar por rigurosas condiciones de higiene, además de exámenes previos de cada animal, lo cual no sucede con las matanzas clandestinas que se sabe se vienen realizando por parte de particulares.

El riesgo de contraer enfermedades, principalmente de la cisticercosis para quienes gustan y consumen carne de cerdo, es latente, toda vez que los animales que fueron sacrificados para ese tipo de mercados, simple y sencillamente no pasaron por ningún examen mediante el que se pudiese determinar si se encontraban enfermos o no, pasando directamente de la matanza a los puestos en donde se comercializan.

De los Santos indicó que las carnicerías establecidas en las  que se comercializa carne al menudeo, se surten del ganado vacuno, porcino, obvino y caprino que se sacrifican en el Rastro Municipal, en donde diariamente personal de la Secretaría de Salud acude para verificar desde temprana hora las condiciones de cada animal que es sometido al sacrificio para su posterior comercialización.

“En realidad de los animales que son llevados para su sacrificio en el Rastro Municipal han sido muy pocos en varios años, los que se han encontrado enfermos, y en caso de que se detecte alguno se le sacrifica e incinera, no permitiendo que esa carne llegue de alguna forma al mercado”, destacó Juan de los Santos.