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Ahorro es fundamental

Persiste baja cultura entre micronegocios

gilberto.banda@elmanana.com

Ahorro es fundamental

En el país la creación de empresas crece a dos dígitos, mientras que persiste la baja cultura de ahorro entre los microempresarios. Muchos dicen que las ventas y los impuestos son una barrera para poder tener un disponible para otras necesidades.

De acuerdo a especialistas, iniciar su propio negocio requiere de esfuerzo y sacrificio que resultarán en vano si no se organiza, no consigue clientes y sobre todo, no genera rentabilidad. Lo cierto es que en el país está aumentando la creación de empresas, como lo reflejan las estadísticas recientes. 

De acuerdo al informe del corporativo Dinámica de Creación de Empresas, la creación de sociedades presentó un comportamiento muy positivo, aumentando 13.7% respecto a 2018 al pasar.  Pero ese impulso se puede ir abajo si no se acompaña ese crecimiento de una buena estrategia y para eso, el ahorro es fundamental.

Según la Gran Encuesta a las Microempresas (GEM 2019), que elabora la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) las microempresas continuaron mostrando una baja propensión al ahorro. 

Menos del 30% de los empresarios que participaron del estudio ahorraron durante el segundo semestre de 2018: comercio (23% en 2018-II vs. 25% en 2017-II), servicios (25% vs. 30%) e industria (20% vs. 32%). Entre las microempresas que ahorraron, la mayoría lo hizo con el propósito de cubrir gastos del negocio cuando los ingresos son insuficientes: comercio (40% en 2018-II vs. 37% en 2017-II), servicios (40% vs. 39%) e industria (69% vs. 46%). 

El propósito de ese ahorro es poder suavizar los ciclos de ingresos-demanda a lo largo del año. Otros propósitos del ahorro fueron: i) surtir el negocio en temporadas altas (42% en 2018-II vs. 35% en 2017-II en comercio, 25% vs. 27% en servicios y 35% vs. 39% en industria), infiriéndose una estrategia de mayor gasto en las temporadas de alta demanda; y ii) ampliar el negocio (16% en 2018-II vs. 17% en 2017-II en comercio, 31% vs. 24% en servicios y 16% vs. 19% en industria), lo cual sugiere expectativas de crecimiento por parte de una porción relevante de las microempresas ahorradoras.

LAS RAZONES

Al indagar sobre las razones por las que los empresarios no ahorraron, se encontró que la mayoría no lo hace por insuficiencia de ingresos: comercio (82% en 2018-II vs. 69% en 2017-II), servicios (84% vs. 69%) e industria (85% vs. 72%). Esto reafirma el hecho de que una buena parte de las microempresas genera ingresos básicos de subsistencia. Allí también se adujeron razones como: i) no necesitar ahorrar/ no estar interesado (8% comercio, 7% servicios y 6% industria), lo cual evidencia la falta de educación financiera; y ii) no confiar en las entidades financieras (4% comercio, 3% servicios y 3% industria).

Solo cerca de la mitad de las microempresas que ahorraron lo hizo mediante cuentas de ahorro (44% comercio, 55% servicios y 62% industria) y un porcentaje más bajo a través de inversiones financieras (6% comercio, 3% servicios y 0% industria).

Esto implica que los medios informales continuaron teniendo una participación relevante, a saber: i) cajas fuertes o alcancías (37% comercio, 27% servicios y 27% industria); ii) cadenas de ahorro (3% comercio, 6% servicios y 11% industria); y iii) dando dinero a familiares (8% comercio, 4% servicios y 1% industria). 

Entre las razones para no ahorrar en el sistema financiero, además de la mencionada desconfianza en el sector (27% comercio, 28% servicios y 36% industria), las microempresas atribuyeron el costo y el cobro de impuestos (43% comercio, 37% servicios y 13% industria). 

Aquí las principales quejas han tenido que ver con los costos transaccionales y comisiones, aunque en los últimos años se han venido observando descensos en estas tarifas.

Tres consejos

Póngase sueldo. No vaya a mezclar las finanzas de su proyecto con sus propias necesidades porque se le convertirá en un problema que a futuro puede comprometer la rentabilidad de su negocio. Maneje las cuentas separadas y fíjese un salario. Tenga en cuenta que su empresa no es una ‘caja menor’, ni su billetera. 

       Maneje una cuenta corriente. Investigue en qué banco le dan los mayores beneficios, como saldos mínimos y costos asociados a la cuenta. Si está cerca mejor, para que quede cerca de su trabajo y ahorre en tiempo y movilización. 

      Lleve un control de gastos y de ingresos. Toda factura, pago de proveedores, servicios, deudas, hasta cuánto le da crédito al cliente, llévelo en una planilla de ingresos, gastos, préstamos, ya sea por medio de un Excel o computador o si es ‘de la vieja escuela’, en una libreta. No necesita ser un experto en contabilidad para empezar, pero si la empresa crece, sí es mejor que se asesore de un contador para estar al día con impuestos y otras obligaciones. 



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