Acusan presiones por reforma judicial
Empoderan al presidente de la Suprema Corte
Ciudad de México.
Con el respaldo mayoritario de las bancadas del PAN, PRI y PRD, Morena empujó la llamada “Ley Zaldívar”, una reforma al Poder Judicial que empodera a su artífice, el presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar.
La reforma avanzó con 83 votos a favor, 13 en contra y tres abstenciones de los morenistas Ricardo Ahued, Julio Menchaca y Griselda Valencia de la Mora.
Los siete senadores del MC; los panistas Damián Zepeda, Xóchitl Gálvez, Víctor Fuentes y Alejandra Reynoso; el morenista Germán Martínez y el independiente Emilio Álvarez Icaza votaron en contra.
Durante la semana, acusaron, el grueso de los legisladores recibió presiones para que prosperara la polémica reforma.
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“Hubo llamadas de Ministros, cabilderos y Gobernadores, todos presionando para que pasara esta reforma”, denunció en tribuna el senador panista Damián Zepeda.
De hecho, un senador involucrado en la confección del dictamen aseguró que el propio presidente de la Corte tomó el teléfono para presionar a los parlamentarios.
En la bancada panista trascendió que Morena había prometido impedir persecución alguna al Gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, señalado en la trama de los sobornos del caso Emilio Lozoya.
El emecista Juan Zepeda afirmó también que hubo “presiones de Gobernadores o de integrantes del Poder Judicial. No me quiero imaginar cuántas órdenes de aprehensión les exhibieron para que el bloque de contención se haya pulverizado”.
A juicio de Álvarez Icaza la aprobación de la reforma obedecía a “un pago de factura. Parece que para pagar la consulta popular (a los ex Presidentes)”.
El poder que adquirirá Zaldívar quedó de manifiesto en el artículo 100, que establece que “en contra de la designación de magistradas, magistrados, juezas y jueces no procede recurso alguno, pero los resultados de los concursos de oposición podrán ser impugnados ante el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal”.
A la hora en que se perfilaba la aprobación de la reforma, el coordinador del Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, apremió en vano a la mayoría de las bancadas del PRI y del PAN a que votaran en contra, so pena de que disolvieran el bloque opositor que hace año y medio se había conformado en la Cámara alta.
“Es una reforma que busca la concentración del poder y no el acceso a la justicia. Se plantean escenarios de empoderamiento indebido del presidente de la Corte, quien al mismo tiempo es presidente del Consejo de la Judicatura. Pretenden que sea éste quien decida unilateralmente si proceden o no los recursos de revisión en amparos, y que ante su rechazo no proceda ningún medio de impugnación”, alertó.
Delgado dijo además que se asignaban al Consejo de la Judicatura Federal “atribuciones propias de un Tribunal de Torquemada para doblegar a jueces y magistrados independientes, algo inaudito para los momentos críticos que vive hoy nuestra República, donde la independencia judicial debería ser inequívocamente garantizada”.
Por el PAN, Damián Zepeda cuestionó el papel que estaba jugando la oposición al avalar la “Ley Zaldívar”.
“¡Cómo es posible que quieran que creamos el cuento de que va a cambiar la justicia con esto si no tocas los temas importantes para transformarla: autonomía, independencia, un verdadero profesionalismo, inversión, facilidades de agilidad en los juicios!”, alegó.
El coordinador de la bancada morenista, Ricardo Monreal, rechazó que el presidente de la Corte acumule más poder con la ley que impulsó desde principios de año.