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Acumula denuncias frente a Neurología

El personal las enlistó en una carta dirigida al Presidente Andrés Manuel López Obrador para solicitar que se investigara

CIUDAD DE MÉXICO.

Acumula denuncias frente a Neurología

Médicos y enfermeras documentaron las irregularidades con las que operaba el instituto, desde mantener contratos con empresas que incumplían con el abastecimiento oportuno de fármacos e insumos; rentar equipos médicos externos en vez de dar mantenimiento a los propios o favorecer a proveedores, hasta lanzar licitaciones sin planeación adecuada. Incluso denunciaron acoso laboral.

Estas irregularidades se registraron desde 2017, cuando Celis fue elegido como director para un periodo de cinco años.

El personal las enlistó en una carta dirigida al Presidente Andrés Manuel López Obrador para solicitar que se investigara.

En diciembre de 2017, el instituto firmó contratos con Phoenix Farmacéutica para subrogar los servicios de farmacia.

Desde entonces, esta empresa era la encargada de abastecerlo de medicamentos y material especializado para la atención de los pacientes.

El contrato abierto para cubrir dichos servicios establecía que el instituto debía pagar a la comercializadora una cantidad máxima de 662 millones 50 mil 289 pesos, conforme ocurriera el consumo de los medicamentos y otros materiales.

Sin embargo, el personal del instituto denunció en diversas ocasiones que carecían hasta de los insumos más básicos como jabón de manos, cubrebocas y batas. "La empresa no abastece la totalidad de medicamentos necesarios para la atención a pacientes, resaltando la falta de medicamentos controlados básicos para la atención quirúrgica y áreas críticas, como terapia intensiva, intermedia, recuperación y hospitalización", expusieron en el documento.

Los craneótomos y sierras, usados en neurocirugías, eran de mala calidad e insuficientes, sostuvieron, incluso se esterilizaban y reutilizaban, pese a que las normas médicas indican que deben ser de un solo uso.

Esta situación trajo como consecuencia la suspensión de cirugías programadas y un incremento en la duración de las estancias hospitalarias de los enfermos. Además, acusaron, se les pedía a los familiares comprar los insumos faltantes con los proveedores sugeridos por algunos médicos de Neurología, con el amago de que si no lo hacían no recibirían atención.

En 2018, el hospital acordó con la empresa Dimesa, de Laboratorios PISA, el surtimiento de los paquetes de anestesia, los cuales se vendían con sobrecosto a los pacientes.

Además, el instituto rentaba equipos de cirugía a proveedores externos, pese a que contaba con algunos, pero en condiciones obsoletas por falta de mantenimiento.

El costo de estos servicios era pagado por los pacientes, a quienes médicos residentes les indicaban que, si no rentaban los equipos con las empresas Tecnomed, Forefront Médica México, Varlix e Integra, no se les podría operar.

Por mala planeación, Neurología lanzó licitaciones para adquirir insumos sin considerar las necesidades reales del hospital. Si anteriormente se solicitaban 17 mil batas al año, un promedio de mil 416 al mes, comenzaron a pedir 300 mensuales, ilustraron los trabajadores.

También se permitió que operara un quirófano ubicado en la zona de consulta externa y sin aislamiento microbiológico, lo que incumple las normas sanitarias.

El personal del instituto denunció, además, acoso laboral de superiores, quienes ejercían agresiones verbales contra los subordinados y amenazaban a los médicos residentes con despedirlos si no accedían a realizar actividades extraordinarias en hospitales privados.



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