A 50 años de la inundación del huracán Beulah en Reynosa, 1967-2017

Foto aérea tomada desde Hidalgo, Texas, de la creciente del río Bravo en 1967. Se observa el recién inaugurado Puente Internacional y el Puente Colgante. En el fondo se aprecia el humo de la Refinería de Reynosa que se encontraba operando.
Cronista Municipal de Reynosa
El saldo en vidas humanas por los vientos huracanados del Beulah no fue tan elevado en Reynosa. Según la nota periodística del Heraldo de Brownsville, habían quedado varios heridos y fallecido tres personas el día 20 de septiembre de 1967. Una mujer había sido arrollada por el tren cuando buscaba refugio junto con su hijo durante el chubasco, un hombre no identificado murió aplastado por las paredes de su casa en los Cavazos y una joven murió en el centro de la ciudad de un síncope cardíaco al impresionarse con los vientos del huracán.
El peligro era inminente para unos 120 mil habitantes que vivían en la mancha urbana en ese entonces; un número menor se encontraba distribuido en las comunidades rurales del municipio. Para el día 23 de septiembre, entre 15 y 20 mil personas tendrían que ser evacuadas de las Colonias Prado, Industrial, Chaparral, Aquiles Serdán y Ribereña a sitios más elevados como precaución contra la inminente inundación. Esta última colonia estaba en su primera etapa de construcción y no sufrió por las inundaciones.
Las comunidades de Reynosa Díaz, los Cavazos, Rancho Grande, Ejido los Longoria, las Colonias del Valle y Leal Puente estaban situadas en la cuenca inundable del río Bravo. La ciudad ocupaba un poco más de una décima parte del territorio que cubre actualmente.
Entre el 22 y 23 de septiembre, nos platica el fotógrafo Jesús Cavazos, que del Penal en la Colonia Aquiles Serdán se tuvieron que sacar con el agua a la cintura entre 60 y 80 reos, para ser trasladados al reclusorio de Ciudad Victoria.
La creciente
Al tercer día de que los vientos del Beulah hiciera sus estragos en las comunidades a lo largo de la cuenca del río Bravo, anunciaban que el caudal del río por debajo de la Presa Falcón excedía los 3,256.44 metros cúbicos por segundo. El río Bravo había rebasado sus bancos inundando los poblados de Miguel Alemán, Roma, Camargo y Río Grande en Tamaulipas y Texas. No era que hubiera llovido demasiado río arriba en el vaso lacustre de la Presa Falcón, pues ahí solo llovió 290.6 mm y sus compuertas permanecieron cerradas hasta octubre.
El escenario más extremo se desarrolló en la cuenca del río Álamo, el cual descarga sus aguas en el río Bravo al sureste del poblado de Mier, después de la cortina de la Presa Falcón. El Beulah en su trayecto hacia el surponiente había cruzado la frontera entre México y Estados Unidos a mitad de la Presa Falcón, estrellándose en las sierras de Nuevo León. Las precipitaciones más elevadas de todo el fenómeno meteorológico sucedieron en las Sierras de Picachos y Papagayos y también en la misma cuenca del río Bravo entre Cd. Miguel Alemán y Cd. Reynosa.
Según las estadísticas en el reporte de 1968 sobre las inundaciones causadas por el Beulah, el Servicio Geológico de los Estados Unidos menciona que el puesto de Sombreretillo obtuvo el registro más elevado de lluvias de ese sistema meteorológico, con 906 mm. Este lugar es reconocido por los eventos históricos de la resistencia insurgente indígena durante la Independencia de México en 1812 y 1813, ubicado en la punta norte de la Sierra de Picachos en Nuevo León.
Durante los días 22 y 25 de septiembre de 1967, las precipitaciones en las áreas inmediatas a la cuenca del río Bravo alcanzaron un total de 664 mm en Miguel Alemán, 518 mm en Cd. Mier y 511 mm en la estación meteorológica cerca del Ejido de Reynosa Díaz. En la ciudad de Reynosa se registraron 402 mm en el Dren de las Mujeres y por la carretera a San Fernando, enfrente del actual Hospital IMSS, se registraron 552 mm.
En una nota del diario El Heraldo de Brownsville del 22 de septiembre de 1967, el Ing. Art Moore de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos (CILA) en Harlingen, predecía que para ese mismo día pegarían las inundaciones en los canales de alivio al sur de la ciudad de Mission en Texas, y en el Retamal en Tamaulipas.
El canal de alivio de lado de Texas inicia en la última curva del río Bravo que está antes de llegar a la Presa Internacional de Derivación Anzaldúas, donde se encuentra el centro recreativo la Playita de Reynosa. Ese canal de desagüe atraviesa el delta del río uniéndose con al Arroyo Colorado para finalmente descargar en la Laguna Atascosa y la Laguna Madre en Texas; este desagüe se había terminado desde 1926. Anteriormente, la cresta máxima en ese cause había ocurrido en la inundación de 1932, pero durante el Beulah fue 2.15 más grande, elevándose la cresta 1.26 m más que la anterior.
Los canales de alivio en Tamaulipas fueron construidos junto con el sistema de riego El Retamal por el Ing. Eduardo Chávez para proteger a la Ciudad de Matamoros, debido a las inundaciones de 1932 y 1933; el proyecto había sido terminado en 1936. La descarga de la inundación del Beulah fue tan grande que lo sobrepasó, dejando en su totalidad los indicadores del nivel del agua sumergidos en las estaciones de recolección en Tamaulipas.
En Reynosa
Entre el viernes 22 y el lunes 25 de septiembre, en el área de Río Grande, Texas y Camargo, Tamaulipas, el río arrastraba una corriente máxima fluctuante entre los 4,447 y 4,531 metros cúbicos por segundo, de las descargas combinadas de las cuencas de los ríos Álamo y San Juan. Desde temprano en la mañana a las 7 a.m. del día 22 de septiembre, el río alcanzóo y mantuvo los tres metros arriba de su nivel de inundación. Camargo quedó inundando por el cauce del río San Juan.
Arriba de eynosa, la corriente en la represa Anzaldúas subió de 453 a 1760 m3/s para el sábado 23 a las 6 a.m., ese mismo día alcanzo los 1982 m3/s y seguía bajando agua de los ríos Álamo y San Juan. El domingo 24 de septiembre se registró en Anzaldúas 2718m3/s. Faltaban dos días para que pasara la cresta más alta por Reynosa.
El lunes 25, el Valley Evening Monitor de McAllen reportó que el “Dren de las Mujeres” se había reventado, inundando gran parte de Reynosa. El vespertino informaba que el estacionamiento de la tienda del Río en Hidalgo, en las inmediaciones del antiguo puente colgante, estaba entre el agua. La aduana en el recién inaugurado Puente Internacional tenía de 30 a 60 cm de agua. Los negocios en la Calzada del Puente, como el Joe´s Place y la Cucaracha estaban con más de 60 cm de agua en sus interiores.
Según nos cuenta el Ing. Carlos Nuño, quién era el director de Obras Públicas en ese entonces, que uno de los técnicos de la SARH le indicó que el bordo de protección se iba a reventar en ese lugar como a las 6 p.m. del día 24. El bordo se fue deslavando dejando bajo el agua a noventa manzanas en el sector inmediato al río.
De acuerdo con el reporte del Servicio Geológico de los Estados Unidos fueron los días 25 y 26 de septiembre de 1967 cuando pasó la cresta más alta de la inundación por Reynosa, con un caudal de aproximadamente 3,500 m3/s. El área inundable quedó delimitada por el poniente por las calles Palafox y Pino Suárez y al norte por la Calle Aldama. Por el lado oriente del cauce del río dejó bajo el agua a la antigua Aduana Comercial, la Colonia del Prado y toda la sección en donde se encuentra actualmente la Central de Autobuses.
El Mando
Nos platican el fotógrafo Jesús Cavazos y el Ing. Carlos Nuño, que la Presidencia Municipal de Reynosa se convirtió en el centro de mando para las autoridades federales, estatales y locales durante la contingencia. El mismo día del huracán llegaron a Reynosa el Gobernador Praxedis Balboa y el General José Gómez Cuevas de la 8ª Zona Militar.
Uno de los personajes, que personalmente guió desde la Presidencia el flujo de las aguas broncas del río, fue el Secretario de la SARH, Ing. José Hernández Terán. Él se mantuvo en la región hasta finales del mes de septiembre con un personal técnico muy capacitado, nos platica el Ing. arlos Nuño. Carlos Hank González, titular de la CONASUPO, también estuvo en Reynosa durante la distribución de las despensas.
Había un acuerdo tácito entre los Presidentes de Estados Unidos y México, Lyndon B. Johnson y Gustavo Díaz Ordaz, para que ambos países cuidaran a los refugiados indiscriminadamente. Pronto se estableció creó un puente aéreo con aviones de la Armada Mexicana y helicópteros del Ejército Americano. Esa historia será contada en el próximo artículo.

Inundación al sur de la colonia Prolongación Petrolera.

Inundación en Reynosa.

Foto aérea del “Dren de las Mujeres” desde la avioneta “Aguador” de la SARH.
