30 atletas enferman de gastroenteritis en un hotel de Londres
Makwala, una de las estrellas de la velocidad, no pudo competir el lunes en las series de 200m por los vómitos, y alemanes e italianos evitan el alojamiento sospechoso
Isaac Badman Makwala es un portento, un pastor en Botsuana y un campeón en las pistas de atletismo que cuando terminó sus semifinales de 400m se golpeó con los puños en el pecho duro como una roca y proclamó: “Estoy preparado. Vengo a ganar la medalla de oro”. Un atleta invencible capaz como ninguno antes de correr en apenas dos horas por debajo de los 20s en los 200m y de los 44s en los 400m, como hizo en Madrid el 14 de julio abrasador.
El comité organizador del Mundial reconoció el lunes por la noche el problema e informó a los medios a través de correos (no publicó nada en la página oficial) con un comunicado sucinto, en el que ni detalla ni el número de atletas afectados ni el origen del brote ni el nombre del hotel ni los países de los deportistas. “Los afectados han sido atendidos por los médicos de sus equipos y del comité organizador, y, además, ha intervenido el departamento de salud pública del gobierno para asegurarse de que la situación está controlada”, se lee en el texto. “Por ello se han reforzado las medidas de higiene y prevención entre los trabajadores del hotel y todos los que puedan estar en contacto con los atletas”.
La dirección del hotel, en otro comunicado interno, confirmó la información (“lamentablemente algunos de nuestros huéspedes sufren una enfermedad”), pero precisó que después de investigar junto a la IAAF (la federación internacional) y los inspectores sanitarios habían llegado a la conclusión de que el hotel no era la fuente de la enfermedad. “Hemos seguido todos los protocolos de higiene”, prosiguen. “El bienestar de nuestros huéspedes es prioritario”.
El médico del equipo canadiense, una de las selecciones más afectadas, señaló que se trata de un normovirus cuyo origen, de entrada, no estaba ni en el agua ni en la comida. "Se sigue investigando", dijo.
El hotel, sin embargo no entra a confirmar o desmentir una información de varios medios que señalan que se había cerrado la planta en la que se alojaban los afectados por la gastroenteritis. Por sus pasillos, lobbies y salones el día transcurría como si nada hubiera ocurrido.
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El último contingente del equipo alemán, unos 30 atletas, que debían alojarse en el Tower tras llegar el martes a Londres, ha sido desviado a otro alojamiento oficial. También cambiará el saltador italiano Gianmarco Tamberi, que llega el martes y se alojará en el Grange, un hotel no muy lejano y en el que se aloja España, en vez de en el Tower con el resto de italianos, pese a que solo uno ha sido afectado.
Horas antes de la final de los 400m (esta noche, martes, a las 22.50), Makwala aún no había decidido si se sentía preparado para participar en el desafío al surafricano Wayde van Niekerk. La carrera, en la que podría caer la barrera de los 43s, debería ser la prueba estrella del Mundial de la despedida de Bolt. La gastroenteritis, una invitada indeseada, puede haberla echado abajo antes de comenzar.