¡102 AÑOS DE HISTORIA!

El club cumple hoy 102 años de existencia, en los que se ha arraigado en el tejido social tapatío. En ese tiempo apila historias no funcionales, excepto la del 22 de abril de 1951.

"No es fácil expli-carlo. Vamos para 102 años de historia, enseñanza, valores y surgimiento de gente de bien. Nos forman en ese sentido”. * Erubey Cabuto,exportero del Atlas.

"Cuando me men-cionan al Atlas, pienso en algo que me ha dado todo en la vida. Los colores son una pasión desde chico, aprendes a amarlos”. * Daniel Osorno, exdelantero del Atlas.

En ese año, los Rojinegros conquistaron su primer y único título de Liga en el futbol mexicano de Primera División. Pero para su gente existe un subcampeonato dorado, canteranos que marcaron época y una afición que sobrepasa el término fidelidad.

¿Qué placer genera apoyar a este equipo? "Al Atlas yo lo quiero", retumba el Estadio Jalisco, con los cánticos de la Barra 51.

Un razonamiento es que se alimenta un gran amor... sólo de amor.

"Es algo complicado, porque sí es difícil: le vas a un equipo que nunca tiene muchas esperanzas de un campeonato, pero yo tengo mucha esperanza. Mucha gente está esperando un campeonato y se lo merece, por fiel", dijo Daniel Osorno, figura del Atlas en los primeros años del milenio.

El ser humano tiene la facultad de elegir y, aunque los colores rojinegros no dan muchas alegrías, hay seguidores que los portan con orgullo.

"Estos 102 años se tienen que seguir festejando, porque ser Atlas no es fácil", expresó Erubey Cabuto, exportero de los Zorros.

Es también difícil entender lo que genera el fenómeno del Atlas incluso en un extranjero.

"Si me hubieran dicho, antes de llegar al Atlas, cuando tenía 15 o 16 años que este sentimiento se me iba a quedar, lo hubiera dudado bastante, pero ahora entiendo esa frase: 'Hablar de Atlas es inexplicable'. Es cierto.

"Quizá no tengamos los grandes logros, los grandes campeonatos, pero el sentimiento, el corazón y el cobijo de la gente te hacen ser parte de él", afirmó Cabuto.

La pasión se traslada de generación en generación. El alimento de la afición es la fe. Del campeonato de 1951 muy pocos pueden dar testimonio.

"Tengo un hijo de 3 años y la primera vez que lo llevé al estadio, me dice: 'Papá, yo le voy al Atlas'. No sé si es la sangre de que el papá, los abuelos o la pasión misma", comentó Osorno.

Aunque el 15 de agosto es la fecha del cumpleaños, el 22 de abril es una día especial para el Atlas: ese día se coronaron al vencer a las Chivas con un gol de penalti del costarricense Edwin Cubero.

"Hay aficionados que trabajan por un boleto, que lloran... es algo impresionante. A veces la gente no tiene ni para comer, pero quiere ir al estadio y un jugador tiene que valorar todo eso", agregó Osorno.

"Yo a veces, de mi sueldo, 200 boletos los regalaba a la gente en las avenidas. Eso es lo que tenemos que hacer. Cuando uno crece como futbolista, el que te hace famoso no es uno, sino la afición. Si te matas en la cancha, la gente te va a agradecer".