‘Renacen’ bebés

A simple vista parece que van a llorar, que se mueven y hasta que sonríen. Se tienen que observar muy de cerca para cerciorarse de que no respiran o no pueden moverse. Se trata de muñecos tan reales, que incluso cuentan con cabello, pestañas, cejas y un cuerpo suave como un bebé verdadero.

Son conocidos como “Mallik Reborn Baby” y por increíble que parezca, son elaborados en Reynosa por Nidia Medina Mercado.

Ella comenzó a elaborar estas muñecas hace cinco años y debido a su gusto por la pintura, es que se enamoró de este trabajo que envía a todo México.

Nidia nos recibe con una colección de ocho de sus creaciones, desde “bebés”, hasta “niños” de dos o tres años… aparentes.

La primera impresión es de asombro. Imposible detectar si son reales. Incluso, una de ellas “duerme” en un porta bebé acompañada de un pequeño muñeco de felpa y a simple vista, parece que respira.

MATERIAL IMPORTADO

Estos bebés no vienen precisamente de París, sin embargo, son enviados de Estados Unidos, China, Alemania y España.

“La mayoría del material lo consigues vía internet, ya que en México no hay fabricantes. Las piezas de vinil están hechas a base de esculturas, hay artistas a nivel internacional que las esculpen, vienen de bebés reales, se hace el molde, luego el vaciado y se distribuyen”.

Al recibir las piezas, comenta, debe lavarlas con agua tibia pues se trata de vinil siliconado y suelta grasa.

“Posteriormente se pintan. Es un proceso de pintura horneable, similar al óleo. Para acelerar el proceso se hornea capa por capa, mínimo de 9 a 10 capas en un muñeco básico, porque si es morenito se aumenta la pintura para darle la tonalidad”. 

Lo importante de todo este trabajo, es el amor con el que Nidia pinta venas, capilares, los colores rojizos de las plantas de los pies y el cabello que es colocado, pelo por pelo.

“El cabello es de oveja tibetana para que parezca de bebé real. Yo lo recibo en pequeños mechones que debo lavar, secar y pintar de acuerdo a la tonalidad que quiero para el bebé”.

Posteriormente ayudada por una aguja va injertando pelo por pelo hasta obtener la cabellera deseada.

ALGO  LABORIOSO

La creación de un bebé puede tardarse hasta dos meses, dependiendo del número de cabello que se deba injertar o la tonalidad de la piel que llevará.

“Depende si el cabello va pintado, injertado desde mes y medio a dos meses, desde la pintura. Hay miniaturas de 9 pulgadas hasta seis o siete años”.

Lo que más le gusta es ver la reacción de la persona que llevará a casa a su nuevo “bebé”.

“Me encanta la pintura en general y cuando ves terminado un muñeco y lo entregas, me gusta el asombro que muestra la gente, cuando ayudas a alguien a sentirse bien con el trabajo que hago”.

El precio, asegura, es muy variable dependiendo de las piezas que lleva.

“Desde mil 500 a 13 mil pesos, dependiendo de las piezas, no tiene que ver el tamaño. Hay ojo de plástico, acrílico y cristal, el más caro es el de cristal porque está pintado a mano y viene de Alemania”.

 LOS MÁS  PEDIDOS

Indicó que los “recién nacidos” son los más pedidos pues en muchas ocasiones los clientes buscan recrear a sus hijos cuando eran bebés.

“Yo creo que la mayoría de mis clientes tienen hijos, no tiene qué ver con el hecho de que los busquen porque no tienen hijos. Se usan como terapia por ejemplo para ancianos que tienen demencia senil, recuerdan cuando eran niños o a sus hijos; les ayuda el cargarlos”.

Dijo que por ejemplo cuando una persona tiene una etapa de duelo, no precisamente ante la pérdida de sus hijos, el cargarlos los reconforta.

“Muchas personas buscan la réplica de sus hijos que como ya crecieron quieren tener el recuerdo o a ellos mismos cuando eran niños. Hay trabajos que son muy reales, el detallado es como si vieras un bebé real, si no supieras que es un muñeco, es un bebé”. Explicó que estos muñecos no son un juguete, pues se debe tener muchos cuidados con ellos, ya que son como bebés reales.

REALES. Los bebés son tan naturales, que hasta parece que respiran.