Paternidad más que sólo ADN
Diciembre 18, 2016 -
Por Dulce Soto
La demanda de las pruebas de paternidad, que en su mayoría se usa durante una demanda de pensión, se disparó y tras los números hay un problema que afecta a los niños: el intento de deshacerse de las obligaciones que implica la paternidad, coinciden expertos.
Tan sólo en el Laboratorio de Diagnóstico Genómico del Inmegen la demanda de pruebas de ADN para verificar el vínculo creció 400 por ciento en los últimos 18 meses, señaló su titular Carmen Aláez.
"Hace un año y medio hacíamos 20 pruebas por mes y en 2016 llevamos más de 100 pruebas de paternidad por mes, porque tienen una gran demanda social", afirmó.
La especialista del Instituto Nacional de Medicina Genética explicó que el crecimiento de esos exámenes se debe a que su precio ha bajado y a que las procuradurías de justicia, encargadas antes de hacer las pruebas, ya sólo llevan a cabo las que involucran algún delito.
Ahora que una prueba de ese tipo cuesta entre 3 y 4 mil pesos, indicó, al laboratorio llegan desde padres y madres que quieren comprobar el vínculo biológico con un hijo, hasta abuelos o tíos.
En tanto, Patricia Carmona, de la organización Género y Desarrollo (Gendes), explicó que las madres suelen solicitarlas para demandar que sus exparejas paguen una pensión alimenticia, mientras que ellos las piden para evadir responsabilidades.
"Pareciera que una prueba es un medio de evitar una responsabilidad. Esto es muy importante tenerlo en cuenta porque estamos hablando de un país que tiene una gran cantidad de padres morosos", apuntó.
Sin embargo, subrayó, las parejas en esa situación deben considerar a los hijos, pues sería difícil aceptar que quien los crió no es su padre.
"El ejercicio del paternaje también es un tema importante porque sabemos que un lazo no se crea simplemente por compartir el ADN", dijo.
Por otro lado, advirtió que exigir una prueba de paternidad también puede volverse un mecanismo de violencia hacia las mujeres, si los hombres la utilizan como un recurso para agredirlas por celos.
"Es un tema difícil a nivel relación, de confianza y de la relación de estos padres con sus hijos o hijas", expuso.
Según datos del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, hasta septiembre de 2016 ingresaron a juzgados familiares mil tres expedientes en materia de desconocimiento o reconocimiento de la paternidad.
Luis Alberto Muñoz, abogado especialista en derechos de la infancia, coordinador de la Clínica de Justicia y Género de la UNAM, explicó que quienes solicitan este tipo de procedimientos lo hacen para deshacerse de las obligaciones que conlleva la paternidad.
"Yo podría pelear (aunque no fuera el padre biológico) que siga habiendo un sustento económico porque, a final de cuentas, es un adulto significativo del niño. Y todos los adultos que rodean al niño tienen, de alguna forma, la obligación de procurar su desarrollo en todos los aspectos", sostuvo.