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Sobre los ahorros

No preocupa a los señores que manejan el sector energético la drástica caída de los precios del petróleo; tienen a su disposición mucha tela de dónde cortar, todo, desde luego, con apego a la ley, porque ¡eso sí!: muy pillos, pero muy legales. Una frase de reciente cuño señala que ‘todo está escrito’; en efecto, todo quedó perfectamente previsto en el paquete de iniciativas de reforma que el presidente hizo aprobar al vapor.

No preocupa a los señores que manejan el sector energético la drástica caída de los precios del petróleo; tienen a su disposición mucha tela de dónde cortar, todo, desde luego, con apego a la ley, porque ¡eso sí!: muy pillos, pero muy legales. Una frase de reciente cuño señala que ‘todo está escrito’; en efecto, todo quedó perfectamente previsto en el paquete de iniciativas de reforma que el presidente hizo aprobar al vapor.

Dice la que se refiere a los ingresos por el petróleo que: “En caso de una reducción significativa en los ingresos públicos, asociada a una caída en el Producto Interno Bruto, a una disminución pronunciada en el precio del petróleo o a una caída en la plataforma de producción de petróleo, y una vez que se hayan agotado los recursos en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros o su equivalente, la Cámara de Diputados podrá aprobar, mediante votación de las dos terceras partes de sus miembros presentes, la integración de recursos de ahorro público de largo plazo al Presupuesto de Egresos de la Federación, aún cuando el saldo de ahorro de largo plazo se redujera por debajo de tres por ciento del Producto Interno Bruto del año anterior”. ¡Ay Jalisco, nunca pierdes! 

Sobre los ahorros

Pase lo que pase, el gobierno buscó la forma de garantizar los ingresos que le permiten operar a su gusto y ofrecer a todos los que viven del presupuesto prestaciones superlativas que no se justifican por la pobre actuación que se les ve en todos los escenarios. Debe hacer por ahí algo que esté funcionando bien; pero, habría que buscarlo con lupa, porque debe estar oculto entre las toneladas de corrupción.

En la iniciativa se habla de los recursos por petróleo: “Destinar recursos al ahorro de largo plazo, incluyendo inversión en activos financieros. Únicamente cuando el saldo de las inversiones en ahorro público de largo plazo, sea igual o mayor al tres por ciento del Producto Interno Bruto del año previo al que se trate, el Comité Técnico del Fondo podrá destinar recursos del saldo acumulado del Fondo para lo siguiente: a) Hasta por un monto equivalente a diez por ciento del incremento observado el año anterior en el saldo del ahorro de largo plazo, al Fondo para el sistema de pensión universal conforme a lo que señale su ley; b) Hasta por un monto equivalente a diez por ciento del incremento observado el año anterior en el saldo del ahorro de largo plazo, para financiar proyectos de inversión en ciencia, tecnología e innovación, y en energías renovables. 

c) Hasta por un monto equivalente a treinta por ciento del incremento observado el año anterior en el saldo del ahorro de largo plazo, en fondear un vehículo de inversión especializado en proyectos petroleros, sectorizado en la Secretaría del ramo en materia de Energía y, en su caso, en inversiones en infraestructura para el desarrollo nacional, y

d) Hasta por un monto equivalente a diez por ciento del incremento observado el año anterior en el saldo del ahorro de largo plazo; en becas para la formación de capital humano en universidades y posgrados; en proyectos de mejora a la conectividad; así como para el desarrollo regional de la industria. Con excepción del programa de becas, no podrán emplearse recursos para gasto corriente”. ¡Oh! ¿Sí o no? Pero, dadas las circunstancias, no existe ese tal ahorro de largo plazo derivado del petróleo; no existe ni existirá.

Entonces, ¿cuáles son los recursos del ahorro de largo plazo que se utilizarán para completar el gasto? El mismísimo secretario de Hacienda lo acaba de señalar el 6 de octubre: “Los recursos depositados por los trabajadores en las Afore superan ya el 14% del PIB, y como ahorro de largo plazo son parte fundamental para explicar la estabilidad macroeconómica de México. El reto, subrayó, es que siga creciendo el ahorro de los mexicanos, y por ello una prioridad del Gobierno de la República será generar mejores condiciones, mayores incentivos, para que crezca el ahorro de los mexicanos”. Agregó que: “El ahorro puede hacer una gran diferencia en la vida de una mujer o de un hombre que se retira”. ¿También para el gobierno?