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Sin recato

El presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Alfredo del Mazo Maza, recién declaró que: ‘Esta Comisión de Hacienda está de acuerdo con la aprobación de la iniciativa enviada por el Ejecutivo federal, tomando en consideración el marco macroeconómico presentado en los Criterios Generales de Política Económica, así como el análisis de las estimaciones de ingresos previstos en el Paquete Económico para el Ejercicio Fiscal de 2017’.

El primo del presidente Enrique Peña Nieto y prominente miembro del poderoso Grupo Atlacomulco, da el primer paso para que el proyecto de presupuesto elaborado por Luis Videgaray Caso, antes de ser defenestrado, sea aprobado por la Cámara y el gobierno pueda disponer de 4 billones 837 mil 512.3 millones de pesos, que no completará con los ingresos por los conceptos del paquete, por lo que habrá más deuda y déficit fiscal. 

Para completar lo que se pretende gastar con el aval de los diputados, que son lo que son y están para lo que están, la Comisión autorizó un endeudamiento interno hasta por 495 mil millones de pesos, así como un endeudamiento externo de 5.8 mil millones de dólares. En cumplimiento de las exigencias de organismos financieros internacionales, se busca que no haya déficit presupuestal primario durante el transcurso del año próximo. Pero.

Sin recato

Pero, sí se autoriza un endeudamiento externo de hasta 7.1 mil millones de dólares a la nueva Empresa Productiva del Estado, Petróleos Mexicanos, de donde se pasarán a la administración pública mediante las maniobras bien conocidas, entre las que incluyen el pago de impuestos. La Comisión Federal de Electricidad podrá contratar hasta un monto de 10 mil millones de pesos. Total, que sigue la fiesta en grande, sin ningún recato.

Se habla de un recorte de 240 mil millones de pesos; pero, ya se sabe que eso es sólo un truco semántico, porque, en realidad, el recorte será de cuando mucho 80 mil millones de pesos. Por desgracia, esos recortes son todos en los rubros sociales de educación, salud y promoción del bienestar social. El resto, seguirá gozando de privilegios inicuos, como los salarios de los funcionarios del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que tienen la última palabra en los procesos electorales, cuyos magistrados se embolsarán olímpicamente, 6 millones, 766 mil, 428 pesos anuales.

De esa suma estratosférica, 4 millones, 594 mil, 460 pesos corresponden a ingresos directos; el resto se otorga en prestaciones como: Aportaciones a seguridad social, ahorro solidario, prima vacacional, aguinaldo, gratificación de fin de año, prima quinquenal, ayuda para despensa, seguro de vida institucional, seguro colectivo de retiro, seguro de gastos médicos mayores, seguro de separación individualizado, apoyo económico para la adquisición de vehículo, estímulo por antigüedad, ayuda de anteojos, estímulo del Día de la Madre (¿Tienen?) y pago por riesgo.

Como es fácil observar, no hay recato alguno en el dispendio que hace el gobierno por los servicios, altamente cuestionados, de estos funcionarios que se encargan de validar lo que otros, de igual tesitura, han hecho previamente cumpliendo el apotegma de Stalin: “Los que votan, no deciden nada; los que cuentan los votos, deciden todo”.

Quizá por ello, el Fondo Monetario Internacional está sugiriendo, antes de exigir, que el gobierno implemente la creación de un Concejo Fiscal Independiente, que supervise tanto el ingreso como el ejercicio de los fondos públicos, para que recobren su sentido como promotores del bienestar social. Esta sugerencia se tornará exigencia a la hora de que la administración pública estire la mano en busca de los nuevos créditos.

Los números en poder del FMI ponen los pelos de punta: En lo que va del sexenio de Enrique Peña, la deuda pública, interna y externa, (hasta marzo de 2016) ha crecido en 3.370 billones de pesos y el déficit presupuestal se disparó, durante el segundo trimestre de este año hasta los 7 mil, 852 millones de dólares, cantidades que obligan a levantar la canasta y racionalizar tanto la recaudación como el gasto. Abatir la evasión fiscal tolerada por la propia administración pública y recortar los dispendios que hace el régimen para mantenerse en el poder, agobiando a la gallina de los huevos de oro.