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Responsable directo

Durante los últimos 30 años, por las instancias de poder se movió sigilosamente, como las alimañas, un personaje siniestro que ha impulsado directamente el desmantelamiento del Estado mexicano para entregar el país a los intereses del capitalismo salvaje, del que forma parte. Ahora, Emilio Gamboa Patrón se pronuncia en favor de los jóvenes, cuyo futuro ha tornado difícil, en un acto farisaico, que lo pinta perfectamente de cuerpo entero.

Se atrevió a decir el domingo, que: “El cambio profundo en sectores como la energía, telecomunicaciones y educación permite a la economía del país crecer de manera más acelerada y esto se refleja de forma significativa en la creación de más oportunidades para las nuevas generaciones, que a través de la preparación, el conocimiento y competitividad, podrán obtener mejores empleos que les permita alcanzar mayores espacios de realización profesional, laboral y personal”. Además de mentiroso, cínico.

Responsable directo

Como secretario particular del presidente Miguel de la Madrid, estuvo al servicio de Carlos Salinas, al que allanó el camino para llegar a la presidencia de México e iniciar el rumbo hacia el desmoronamiento del régimen revolucionarios que dio estabilidad, paz y progreso a al país y a los paisanos. Como pago a ese favor, en el sexenio salinista, fue director del Infonavit (1988-1990), director del Instituto Mexicano del Seguro Social (1990-1993) y secretario de Comunicaciones y Transportes (1993-1994). 

Durante su paso por esas instancias, todas relacionadas con el trabajo, el bienestar social y la infraestructura para el desarrollo, dio marcha atrás a los planes y programas para ir adelante, convirtiéndolos en grandes negocios. El año pasado, ya coordinador de los senadores priístas, insistió en que ni el IMSS ni el ISSSTE se privatizan; pero, todas las evidencias que se observan van en ese sentido. Sus clínicas se están cayendo a pedazos. 

Posteriormente, fue puesto en la mera mata, la Dirección General de la Lotería Nacional, mucho antes de que esta minita de oro le fuera adjudicada a la ‘maestra’ Elba Esther, para sus chuchulucos. Ya con fondos suficientes, se fue de caballito a la Cámara de Diputados, para preparar el retorno de los brujos, siempre con la idea de entregar el país a la plutocracia y beneficiar a sus amigos gobernadores Moreira, Marín, Ruiz, etc.

Fue puesto en la Secretaría General de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares antes de acceder al Senado por dos veces, en ambos casos, sin haber sido electo. Su tarea la define el mismo con meridiana precisión cuando afirma negando que: “No somos traidores a la patria, el PRI sabe perfectamente que esto va a beneficiar al país”, durante la discusión de los proyectos para modificar la Constitución y poder entregar la riqueza nacional a través de las leyes de Hidrocarburos, de la Industria Eléctrica, de Energía Geotérmica y de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). El tiempo ha puesto a cada uno en su lugar y, ¡sí lo es!

La semana pasada, la Arquidiócesis Primada de México aseguró que la inseguridad y la violencia en el país son reflejo de la corrupción, el empobrecimiento, la falta de competitividad y la carencia de oportunidades; que en las últimas tres décadas, tiempo que supone el estancamiento económico del país, más de 40 mil mujeres han muerto bajo circunstancias de demencial y tremenda violencia a nivel nacional. El tiempo que tiene Gamboa Patrón de obstaculizar todo afán de recuperación del Estado de Derecho.

Por eso, cuando afirma: “los senadores del PRI, estamos comprometimos a ser coadyuvantes en el cumplimiento de este desafío  a favor de   más de 31 millones de jóvenes que demandan educación de calidad, inclusión social, empleos bien remunerados y participación política, entre otros”, desde lo más profundo de su alma, la jovencita que se graduó con honores en el Tecnológico de Monterrey y debe conformarse con ganar 10 mil pesos mensuales; el joven jefe de familia que gana 1,600 pesos semanales y debe pagar por una minúscula vivienda del Infonavit 6 mil pesos al mes; el trabajador jubilado que recibe 900 pesos mensuales de pensión, se lamentan y se la mientan. Él es uno de los responsables directos, con suficiente poder como para rectificar el desastre y dejarse de demagogias.