Editoriales > ANÁLISIS

Quién manda aquí

Hace 24 años que Carlos Salinas de Gortari colocó en la presidencia de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos a uno de sus más fervientes secuaces.

Hace 24 años que Carlos Salinas de Gortari colocó en la presidencia de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos a uno de sus más fervientes secuaces. El viernes pasado, Basilio González Núñez, con la aquiescencia de los sindicatos comprometidos, el gobierno y el sector patronal, fue reelecto para el periodo 2015-2019. Este individuo, es responsable de la ilegalidad de los salarios que reciben 54 millones de mexicanos.

Comenzó su largo reinado fijando el promedio de los salarios mínimos en 12 pesos con 32 centavos para el año de 1992. Si se toma en cuenta que este año el promedio de los minisalarios es de 69 pesos, se tiene que en 24 años el alza salarial de los trabajadores ha sido en promedio anual  de 2.36 , para un crecimiento acumulado del 560 por ciento. Pero, dase el caso que en este mismo lapso, el crecimiento porcentual de la inflación fue de 781.34, de donde se tiene que el rezago de precios y salarios es de 221.34 por ciento.

Quién manda aquí

La actuación del ‘vejetal’ González Núñez ha sido puramente de contención de las demandas de los trabajadores y la aplicación inmisericorde de los mandatos del capital salvaje, para que los empresarios vean acrecentar sus caudales a costa del hambre y la miseria de la clase trabajadora, que ya no ve lo duro, sino lo tupido y que ya no puede apretarse el cinturón, pues hasta esa prenda ha perdido gracias al ahijado de Salinas.

Dice en su portal la CNSM que: “Tiene como objetivo fundamental cumplir con lo establecido en el artículo 94 de la Ley Federal del Trabajo, en el que se le encomienda que, en su carácter de órgano tripartito, lleve a cabo la fijación de los salarios mínimos legales, procurando asegurar la congruencia entre lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con las condiciones económicas y sociales del país, propiciando la equidad y la justicia entre los factores de la producción, en un contexto de respeto a la dignidad del trabajador y su familia”. Puro jarabe de pico. 

Según la Ley Federal del Trabajo vigente: “Artículo 90. Salario mínimo es la cantidad menor que debe recibir en efectivo el trabajador por los servicios prestados en una jornada de trabajo. El salario mínimo deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Se considera de utilidad social el establecimiento de instituciones y medidas que protejan la capacidad adquisitiva del salario y faciliten el acceso de los trabajadores a la obtención de satisfactores”. ¡Órale!

Habría que preguntarse si los 69 pesos de salario mínimo promedio que estableció el organismo, que por 24 años consecutivos ha presidido el esbirro de Salinas, cumplen con la norma constitucional de ser suficientes para proveer de casa, vestido y sustento, ya no al propio trabajador, sino también a su familia. ¡Claro, que no!, por lo tanto, tanto la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos como su presidente, violan la Constitución.

Durante las más de dos décadas de gestión de González Núñez se ha observado un muy largo periodo de estancamiento de los salarios mínimos. El más reciente aumento fue de dos pesos con 81 centavos, para quedar en un promedio de 69 pesos al día, mientras que el salario anual de Basilio González es de 2 millones 826 mil 109 pesos, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos 2015. Una persona que gane el salario mínimo tendría que trabajar durante 112 años para igualar el sueldo de González Núñez. Por eso sigue ahí.

Por eso sigue cumpliendo fielmente el papel de verdugo de la clase trabajadora, operando los intereses de los sindicatos cooptados por el gobierno, el gobierno mismo y su aliado más fiel, la clase empresarial, que vive un periodo de jauja si precedente en la historial mundial. Nunca se había dado el caso de que un solo individuo, que no ha creado ni inventado nada ganara, en un año 22 mil millones de dólares. ¡Recáspita!

La elección del tal Basilio González Núñez es nomás pa´ que se sepa quién manda aquí.