Otro atraco oficial

“A fin de crear las condiciones que propiciaran la prestación de servicios ferroviarios competitivos, con una oferta integrada de transporte con capacidad suficiente, calidad y eficiencia, que contribuyeran al crecimiento de la economía y garantizaran una mayor seguridad a los usuarios, el Constituyente Permanente aprobó la reforma al cuarto párrafo del artículo 28 constitucional, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 2 de marzo de 1995, para sustituir el régimen de participación exclusiva del Estado en el servicio ferroviario, por otro que permita la participación de particulares.

En su artículo cuarto transitorio, la ley mencionada estableció que FERRONALES, organismo público descentralizado, continuaría administrando y operando los  que eran errocarriles mexicanos hasta en tanto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) otorgara concesiones y permisos a terceras personas respecto de las vías férreas, el servicio público de transporte ferroviario y los servicios auxiliares.

Con objeto de establecer el marco regulatorio fundamental para que la actividad ferroviaria en México tomara un renovado impulso en beneficio de la seguridad y la eficiencia del servicio, de la competencia en el transporte, de la competitividad internacional de nuestros productos y de la generación de empleos, se promulgó la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, publicada en el DOF el 12 de mayo de 1995. De acuerdo con esta ley los particulares podrían, mediante concesión, operar y explotar vías generales de comunicación ferroviaria y prestar el servicio público de transporte ferroviario, y FERRONALES continuaría administrando y operando los ferrocarriles mexicanos, hasta en tanto la SCT otorga concesiones y permisos a terceros respecto de las vías férreas, el servicio público de transporte ferroviario y los servicios auxiliares.

El Ejecutivo Federal expidió el Reglamento del Servicio Ferroviario, el cual fue publicado el 30 de septiembre de 1996 en el DOF. “Con el propósito de que el proceso de reestructuración del Sistema Ferroviario Mexicano se ajustara a los principios contenidos en la Carta Magna y en la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, y garantizar que se realice en forma transparente, sistemática y ágil, el Secretario de Comunicaciones y Transportes, de acuerdo con las atribuciones que le confieren la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y el Reglamento Interior de la empresa, constituyó el Comité de Reestructuración del Sistema Ferroviario Mexicano, cuerpo colegiado consultivo integrado por representantes de la Secretaría y de FERRONALES.

Mediante los acuerdos CID-AS-95-XXII-1 y CID-AS-96-VIII-3 del 13 de septiembre de 1995 y 6 de marzo de 1996, la Comisión Intersecretarial de Desincorporación dictaminó favorable la estrategia del proceso de reestructuración del Sistema Ferroviario Mexicano, consistente en la creación de empresas de participación estatal mayoritaria transitorias, conocidas también como empresas ferroviarias, por cada una de las tres vías troncales: Pacífico-Norte, Noreste y Sureste, una para la terminal del Valle de México y una más para la vía corta Chihuahua al Pacífico”. 

Posteriormente, se individualizaron diversas líneas cortas ferroviarias, licitadas por separado.

El 19 de diciembre de 1997, se constituyó el Fideicomiso número. 5012-6, denominado

FERRONALES-JUB en Nacional Financiera, S.N.C., con una aportación inicial de 13,529,750.0 miles de pesos de recursos del producto de la licitación de la vía general de comunicación ferroviaria del Noreste. Mediante los acuerdos de fechas 17 de febrero y 21 de abril de 1999, la CID aprobó el esquema para la reestructuración del sistema ferroviario, consistente en la segmentación regional del sistema y la estrategia para el proceso de apertura a la inversión privada en vías cortas”. Una historia que ha sido la constante de este país en que los políticos ratas atracan, siempre “en bien de México”.