Diputados huérfanos

La Cámara de Diputados está, como dijera Manlio Fabio, para cumplirle al presidente, no importa que el país se derrumbe y que los organismos financieros hayan prendido el tablero de alarma; sacaron a rajatabla un presupuesto a modo para seguir lucrando con la miseria de millones de mexicanos que viven en la pobreza y que han perdido hasta la esperanza. De la Cámara de Senadores no pueden esperarse más que cosas más atroces.

Tan pronto como se dio a conocer el mamotreto llamado Paquete Económico 2017, la calificadora Standard & Poor’s, manifestó, a través de su representante en la América Latina, que: “Es insuficiente para cambiar la perspectiva negativa de la calificación crediticia de México, pues no resuelve de fondo las deficiencias que han impedido que el crecimiento de la economía supere el 2%”. Otra vez, la misma gata, nomás revolcada.

Lejos de ajustar al alza el presupuesto de ingresos de la federación para el 2017 a fin de tener una mayor recaudación, como recomiendan instituciones financieras mundiales, los diputados federales lo disfrazaron con argumentos absurdos, que caen a pedazos tan grandes como su falta de responsabilidad y de compromiso para con México y los mexicanos. Otra vez, gritan que el mundo va en contra; que tienen una bolita mágica.

Como argumento para asegurar que el gobierno tendrá más ingresos utilizaron dos de las variables en las que las decisiones al interior del país no tienen nada que ver: la paridad peso-dólar y la producción petrolera. Situaron el valor del billete verde en 18 pesos con 62 centavos, que está más cerca de la realidad que la propuesta de Hacienda; pero, lejos, muy lejos, del mercado. Nada más para mencionar una de las agencias de comercio exterior más grandes el planeta, The Economy Forecast Agency, pronosticó que al inicio del 2017 la paridad promedio será de 19.21 y que cerrará el año en 19.61. 

Además, los diputados pronosticaron un aumento en la producción petrolera de 19 mil barriles de petróleo diarios. ¿En qué país viven? ¿De cuál fumaron? La administración del presidente Peña Nieto, con la complacencia, siempre interesada y bien maiceada de los integrantes del Congreso abyecto, acabaron con la gallina de los huevos de oro; ora ya no puede dar más que lastima. La producción petrolera de México era de 3 millones 36 mil barriles de petróleo al día en el 2005; cerró el año pasado en 2 millones 27 mil barriles y sigue la tendencia a la baja porque no hay inversión en esa industria agónica.

¿Cuál es el objetivo de justificar con el supuesto control de variables que no pueden ser operadas desde el interior, un mayor ingreso? Pues, simple y sencillamente cumplir con la demanda de un superávit primario que están exigiendo el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Esto es, que el gobierno gaste menos de lo que ingresa antes del pago de los servicios de la deuda externa, para garantizar que puedan ser pagados.     

Además, para que los integrantes de la casta dorada al interior del gobierno dispongan de mayores recursos con qué darse la vida de lujos y de extravagancias y que los disque representantes populares puedan llevar obras a sus comunidades, para lo cual crearon un fondo de 51 mil millones 380 millones de pesos, de los cuales 10 mil millones serán destinados para ramo 23, caudal del que se dotará a cada unos de los legisladores con 20 millones de pesos para destinarlos a obras de infraestructura en sus respectivos distritos.

Con ello, se matan tres pájaros de un tiro: si el ingreso presupuestado no se cumple, hay necesidad de conseguir más créditos y de incurrir en déficit, pues, aunque los diputados hicieron todo lo posible, la economía es incierta; tendrán más recursos a fin de mantener sus gustos caros y seguir conociendo mundo con cargo el erario para fortalecer los lazos de amistad con todos los pueblos de la tierra; y tendrán recursos a pasto para fomentar el clientelismo político que tan buenos resultados da, sobre todo en tiempos de crisis.

De plano que estos señores diputados, ni la burla perdonan; por ello muchos preguntan.