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‘Copelas o cuello’

En política nada es casualidad, todo movimiento tiene causa buscando un efecto

En política nada es casualidad, todo movimiento tiene causa buscando un efecto. Así acontece con la extradición a México del empresario mexicano de origen chino Zenli Ye Gon, en cuya residencia de la Ciudad de México fue encontrada una fortuna de la que ya no existe resto alguno a nueve años de distancia. Se le trae a México para revivir uno de los episodios más alucinantes del acontecer nacional, en el que se vio envuelto todo el sistema político y de procuración de justicia.

El parte oficial señala que en el 2006, la Procuraduría General de la República decomisó más de 19 toneladas de sustancias precursoras para la fabricación de anfetaminas en el Puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, presuntamente propiedad de Le Gon. A partir de ahí se inició una intensa investigación vinculaba a una residencia propiedad de este empresario en la Ciudad de México, en la que, el 15 de marzo de 2007, la Procuraduría  halló una enorme cantidad de dinero en efectivo.

‘Copelas o cuello’

Se dijo, inicialmente que se trataba de 205 millones 564 mil 763 dólares estadounidenses, 17 millones 306 mil 520 pesos mexicanos, 201 460 euros, 113 260 dólares de Hong Kong, 11 centenarios, 20 mil dólares en cheques de viajero. Así como Un lote de joyas, sin cuantificar su valor, 52 billetes falsos de cien dólares americanos. 52 billetes dañados de cien dólares, dos de 50 y uno de un dólar. El dinero fue requisado y depositado en el Banco del Ejército como evidencia.

Uno de los puntos clave que ahora puede constituir el elemento más importante, es que, sus declaraciones, Zenli dijo que el dinero no era suyo y que lo había dejado en su casa, como en otras más distribuidas en todo el territorio nacional, Javier Lozano Alarcón, entonces secretario del Trabajo y Previsión Social del gobierno de Felipe Calderón. Que le había confiado que esos recursos eran para la adquisición de armas para levantar una insurrección en caso de que hubiera ganado la presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador, contendiente de Calderón.

Posteriormente le dijo que era dinero público decomisado en varias operaciones en contra de la delincuencia organizada, que debía esconderse porque en el gobierno hay muchos pillos y al ver que Ye Gon mostraba cierta reticencia, le espetó la frase que se ha vuelto famosa de “Copelas o cuello”, que ha quedado grabada en la picaresca nacional. Desde luego, Lozano que sigue en la escena política pasando de un cargo a otro, negó que hubiera dicho tan cosa al empresario.

Transcurridos tres meses del decomiso del dinero y de la detención del chino, el gobierno determinó que como los fondos no habían sido reclamados por perdona alguna y considerando que eran producto de decomisos llevados a cabo en acciones en contra de la delincuencia organizada, que, como lo indicaba la ley en ese entonces, lo que procedía era dividir el dinero en tres partes iguales y donarlo a la PGR, la Secretaría de Salud y al Consejo de la Judicatura Federal, la institución a cargo de vigilar y administrar las cortes federales en México. Así dicen que se hizo.

La PGR anunció que utilizaría sus 68 millones de dólares para el combate al narcotráfico. Su reporte de gastos, indica que la procuraduría invirtió alrededor de ocho millones de dólares en equipo para operaciones e investigación y alrededor de 20 millones de dólares en remodelación y compra de edificios para oficinas y casi la misma cantidad en sistemas de seguridad para los edificios. Alrededor de un millón de dólares fue gastado en vehículos y el resto fue utilizado para cubrir impuestos derivados de la compra de propiedades. A la fecha la PGR no ha revelado sus criterios de compra y mucho menos los beneficios de éstas en el combate al narcotráfico.

La Secretaría de Salud utilizó el dinero para construir 240 centros de rehabilitación en todo el país y el resto lo entregó a los estados para sus campañas para combatir adicciones. El Consejo de la Judicatura depositó su parte en un fondo de inversión utilizado para renovar juzgados, ofrecer entrenamiento a funcionarios del poder judicial y en general “mejorar sus servicios”.

Ahí acabó la historia del dinero; pero, empieza un sainete que va a ocupar grandes espacios mediáticos de aquí al 2018. El PRI va por la revancha y ya tiene su primer alfil en la mano.