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Urge retorne la paz

Ahí se me quedó en el tintero comentarles sobre los incidentes suscitados en la reunión de la llamada sociedad civil con el Secretario de Gobernación, MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG.

Lamentablemente ese encuentro no fue utilizado plenamente como un foro para que la ciudadanía a través de los organismos privados expusiera a cabalidad la realidad de Reynosa, Tamaulipas.

Urge retorne la paz

Hubo los ya clásicos intervinientes para los que las cosas no están tan mal, otros bien, pero hubo dos que tres voces que expresaron el sentir de los reynosenses, entre ellas la del licenciado ORLANDO DEÁNDAR MARTÍNEZ, presidente del Consejo de Editora DeMar, quien con su característica sinceridad llamó al pan, pan y al vino, vino, y entre otras cosas expuso la urgencia de que regrese la tranquilidad y la seguridad a nuestra ciudad muy vapuleada como todos lo sabemos.

Lo anterior, recalcó, está ocasionando la estampida no solamente de medianas empresas sino de las grandes como algunas maquiladoras. Y no se diga la zozobra en que viven los dueños de los pequeños comercios.

También expuso la necesidad de ponerle mayor atención a los migrantes mexicanos, ya que los centroamericanos que nos deportan de Estados Unidos reciben trato preferencial pues mientras a los de aquí los fletan en autobús a sus entidades de origen, a los centroamericanos lo hacen en avión, y eso es algo que por supuesto no debe ser, que en todo caso la obligación de remitirlos a Centroamérica en avión, en barco o en lo que sea, o incluso si quieren costearles una semana en las playas del Caribe, muy su gasto, pero no tienen que enviarlos por nuestra frontera como lo hacen abusivamente con los consecuentes problemas que luego nos ocasionan.

Y finalmente don Orlando manifestó que el muro de DONALD TRUMP no es tan nocivo como lo hacen ver, obra que debería llevarse a cabo también al sur de la frontera. De allá vienen los que llegan por centenares con la intención de cruzar el río Bravo. No todos lo logran y aún cruzándolo tiempo después los detectan y los deportan y así se van creando problemas adicionales a la ciudad porque no todos regresan a su lugar de origen y no todos los que se quedan por aquí lo hacen para dedicarse a las actividades lícitas.

Como pueden ver mis lectores, no es porque ORLANDO DEÁNDAR sea uno de nuestros Jefes, pero pueden preguntarle al resto de los asistentes que salvo la voz de él y de otra persona, los demás le hicieron creer a MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG que por aquí, como cantaban los Cadetes de Linares, ‘‘no hay novedad’’.

En la realidad todos sabemos que sí la hay. Las balaceras regresaron al poniente de Reynosa y queremos creer que ya son las últimas. Nos urge poder salir a la calle sin el rosario en las manos, lo mismo a los pequeños comerciantes que a los medianos y a las grandes empresas, cuyos trabajadores llegan a laborar con el ánimo estrujado con el consecuente descenso en el nivel de producción.

Es un daño que está afectando a todo esto de la inseguridad que también habrá que decirlo, el Grupo de Coordinación Tamaulipas sigue con sus labores de patrullaje por las calles de Reynosa, mientras que el gobierno del Estado fortalece los operativos para detectar taxis piratas y bares y cantinas disfrazados de fondas o restaurantes, así como casinos clandestinos.

Es una labor de largo plazo y se les reconoce a ambas instancias sus esfuerzos pero la gente ya está muy vapuleada en su ánimo y necesita como si fuera oxígeno poder respirar tranquilidad.

Soy de los que confían en que antes de que finalice mayo las cosas volverán a la normalidad, no que ya hayan acabado con todos los delincuentes, pero sí que entiendan que no pueden tomar la ciudad a su libre arbitrio sin que no vayan a tener una respuesta por parte de las policías y del Ministerio Público.

Y por hoy, BASTA.

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gilberto.banda@elmanana.com