ANY GIVEN SUNDAY, CREAM

No me refiero al icónico grupo de rock psicodélico de los años sesenta. Me parece que podemos adelantar un punto. Si el año pasado el campeonato lo definieron las defensivas, y sigo pensando que las mismas ganan los campeonatos hoy y siempre, este año será una excepción. El resultado del Super Bowl LI lo determinará el mejor “performance” de alguno de los cuatro mariscales de campo que disputarán este fin de semana las finales de conferencias. Los nombres de los protagonistas nos corroboran cualquier duda que pudiese existir al respecto: Brady, Rodgers, Roethlisberger y Ryan. La crema de la crema.

Acereros de Pittsburgh vs Patriotas de Nueva Inglaterra.

Pittsburgh es el rival que más hubiera querido evitar Nueva Inglaterra en su camino al juego grande. En esencia es un equipo con muchas similitudes. ¿La principal? Saben cuándo es el momento adecuado de un encuentro para ejecutar. En otras palabras, saben ganar. Ambos tienen mancuernas elite trabajando juntos durante años en la dirección y liderazgo de sus escuadras: Brady-Belichick; Roethlisberger-Tomlin. (Igual que Rodgers-McCarthy del otro lado). Así mismo, los dos cuentan con ataques impresionantes, con corredores y receptores de alto calibre y peligrosidad: Julian Edelman-LeGarrette Blount; Antonio Brown y el versátil Le’Veon Bell. Por último, sus respectivas defensas, si bien no son espectaculares, cuentan con coordinadores de sobrada capacidad: Matt Patricia y Keith Butler, quien trae todo un aprendizaje del maestro Dick LeVeau. 

Sin duda es complicado vencer a los Patriotas en su casa, y ese factor debe brindarles una ligera ventaja, pero estoy seguro que será un partido de antología que se definirá hasta los últimos segundos. Los Texanos de Houston dejaron patente que los Patriotas no son invencibles, en virtud que en la primera mitad les complicaron su ataque e incomodaron en demasía a Brady. Requerían ayuda de Osweiler, que lo único que demostró es que fue parte de una de las peores contrataciones de la agencia libre del año pasado. Acereros de Pittsburgh por su parte, con un esquema de juego muy inteligente, doblegaron a la mancuerna de Kansas City que es antítesis de las citadas anteriormente. Andy Reid-Alex Smith están destinados al fracaso.

Empacadores de Green Bay vs Halcones de Atlanta.

En el papel, los Halcones de Atlanta son favoritos. Matt Ryan encabeza un ataque que se vislumbra imparable. Devonta Freeman, Julio Jones y Mohamed Sanu ya son un tridente dominante y de altísimo octanaje. ¿Su defensa? Ha mejorado las últimas semanas, pero en general es deficiente, pero en honor a la verdad, la respectiva de los Packers no es precisamente muy superior. Por si fuera poco, se observan inspirados y bien entrenados por Dan Quinn (en contra de Seattle fue evidente dicha inspiración) y además contarán con el apoyo de su público. ¿Resta decir algo más? Van que vuelan (amén de su nombre) al juego grande. ¡Pero no es así queridos lectores¡ Su servidor tiene un pequeño presentimiento. Sin gran defensa, con mermas en jugadores claves, con reajustes obligados y esperanza en elementos de bajo calibre, los pupilos de Mike McCarthy están cobijados por un atleta que refleja fuego en sus ojos, Aaron Rodgers tiene bien ubicado su destino en la historia del deporte de las tacleadas, el Super Bowl y la supremacía total. Por consiguiente, ganarán los Packers. Todo está dicho.