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México no debe mostrar ni debilidad ni entreguismo

No es conveniente depender en alto grado de un solo mercado

APOYO. Productos hechos en México deben tener prioridad en los programas de compras del gobierno.México no debe mostrar ni debilidad ni entreguismo

El nuevo Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump continúa siendo incisivo, claro y contundente de que favorecerá totalmente a los productos fabricados en su país y aunado a esto, también dará prioridad al empleo de la mano de obra norteamericana en sus contrataciones de personal sobre la mano de obra de ciudadanos originarios de otros países – incluida la de los mexicanos-.

Ante la situación que se ha formado a la fecha por las declaraciones y acciones del nuevo Presidente estadounidense, Federico Alanís Peña, consejero nacional de la Canacintra, señala que se requiere de un México unido como un todo y habrá de tomar el reto para moverse con dignidad y control ante la situación, pero nunca sumiso o débil o entregado. Eso sí, siempre se deberá estar consciente todo el tiempo que una confrontación o una posición no negociadora de ambas partes, sería costosísima a las dos poblaciones.

Considera que México deberá de trabajar paralelamente a las negociaciones que realizan autoridades mexicanas en las mesas de trabajo con sus equivalentes de los Estados Unidos, en al menos las tres, tareas relacionadas al tema:

1.- Aplicar una reingeniería administrativa, fiscal tributaria e incentivadora urgente y atractiva, que contemple una tributación constante, progresiva y sencilla que promueva e incentive intensivamente mediante estímulos o beneficios fiscales hacia la inversión productiva y retención de las mismas para incrementar la producción y el número de empleos. México, debe de establecer incentivos fiscales que sean atractivos, tanto para las empresas que ya invirtieron como para las que están en cartera por invertir.

Hay que ser súper atractivos

Incentivos como los que se han estimado o programado otorgar a las empresas que se localicen en las denominadas “zonas económicas especiales” serían un ejemplo a considerar, pero ahora a todo lo extenso de nuestra República.

Descuentos de hasta el 100 por ciento en el pago del Impuesto Sobre la Renta durante los primeros 10 años, y del 50 por ciento en los siguientes 5; otorgar “descuentos premio” a empresas ya instaladas y que demuestren haber estado cumpliendo oportunamente sus pagos de impuestos – ISR-, en al menos los últimos dos años; descuentos agresivos y atractivos en el pago de impuestos a empresas que modernicen sus plantas ya instaladas, etc.

Reducir y hasta eliminar regulaciones administrativas innecesarias, para que permitan competir en igualdad o mayores circunstancias. 

En principio, dice, se trata de posiciones similares a la que el ahora presidente del vecino país del norte ha anunciado y proclamando en todo momento y que no se va a detener en aplicarlas.

 2.- Que el gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Economía promueva, incentive, exhorte y difunda por todos los medios en forma constante e intensiva, el adquirir productos de calidad hechos en México dentro del mercado formal.

Los productos hechos en México con calidad deben pasar a ser la primera opción de compra por parte de los gobiernos federal, estatales, municipales, delegacionales y de la población mexicana en el mercado interno. 

3.- Establecer un programa de sustitución de importaciones para las empresas mexicanas, incentivado y liderado por el gobierno mexicano, para aminorar cualquier efecto futuro por devaluación de nuestra moneda ante el dólar y con ello, se reactivarían las cadenas productivas nacionales y la generación de empleos formales.

Lo más recomendable para los tres países involucrados en el TLCAN es que, dentro de la posible renegociación o modernización se pudiera exigir a ellos una mayor integración regional en la cual, se sustituyan las importaciones provenientes de otros países diferentes a EU, Canadá y México y se reemplacen por las producidas o fabricadas en estos tres países, lo cual es sano.

Por lo acontecido hasta hoy, anota, se celebra la posición del Presidente Enrique Peña Nieto ya que ésta ha sido acertada y adecuada, es decir, se ha posicionado con firmeza al cancelar la reunión programada en la Casa Blanca y además lo hizo evitando ser ofensivo y abierto para conciliar en un futuro y negando aceptar cualquier compromiso de pago por el tan comentado muro que los EU quieren edificar en la frontera con México.

“El tema del muro y las negociaciones sobre la modernización del TLC deben ser asuntos separados y no se recomienda mezclar o condicionar a uno del otro o viceversa”, agrega.

De imponerse un arancel del 20 por ciento a las exportaciones mexicanas que se destinan hacia Estados Unidos, dijo que los consumidores norteamericanos son los que estarían pagando este impuesto y ello aportaría a elevar la inflación en ese país, y el riesgo para México de la aplicación de este impuesto del 20 por ciento sería que los consumidores norteamericanos estarían motivados a buscar otras opciones de compra diferente a las provenientes de nuestro país.

Sin embargo, algo que si atraería a los inversionistas norteamericanos y extranjeros a quedarse en Estados Unidos sería la reducción que está ofreciendo el Presidente Trump sobre la tasa del Impuestos Sobre la Renta Corporativo (ISRC), desde el actual 35 por ciento a tan solo un 20 ó 15 por ciento.




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