Luchan contra las etiquetas
Mayo 14, 2017 -
La educación de Angélica Hernández habría sido más amena si sus profesores le hubieran permitido sentarse hasta el frente y si sus libros tuvieran letra más grande, pero, sobre todo, sin las etiquetas de sus compañeros.
Esto, debido a dos padecimientos que, desde niña, disminuyen su campo visual y obstaculizan su visión a distancia, mismos que le fueron diagnosticados apenas hace dos años: glaucoma en el ojo izquierdo y uveitis en ambos.
La estudiante de 24 años lamenta que muchas escuelas y profesores no estén preparados para atender a alumnos con algún tipo de discapacidad.
"En la secundaria y la prepa los libros tenían color y letras muy pequeñas, eso no me favorecía, tenía que tomar fotos y meterles zoom para poder leer; además, salvo algunos maestros, otros no me dejaban sentarme hasta adelante para poder ver el pizarrón", platica.
Ante dicha experiencia, Angélica decidió cursar la Licenciatura en Educación Especial.
"Mi idea siempre fue ser maestra, dar a otros el apoyo que no recibí. No sabía que existía la educación especial, pensé que debía tomar cursos de lengua de señas o braile", comenta.
Angélica forma parte de los 109 alumnos de la Escuela Normal de Educación Especial del Estado de México (ENEEEM).
Entre las 261 escuelas normalistas públicas del País, la ENEEEM, fundada en 1991, es la única especializada en la formación de docentes para personas con discapacidad.
Para llegar a la escuela, la joven estudiante debe salir de su casa con anticipación, pues leer el letrero de los autobuses le cuesta trabajo y no puede arriesgarse a equivocarse, ya que le toma una hora y media llegar al plantel.
Además de sus clases, desde hace un año realiza prácticas pedagógicas con niños en su misma institución.
"Me gusta el trato y la relación con los chicos con discapacidad y, sobre todo, el cariño que te dan, aunque sea por una semana", destaca.
Por su parte, Guadalupe González comenta que decidió ingresar a la ENEEEM por su hermano de 13 años, quien presenta discapacidad motora y problemas de aprendizaje desde su nacimiento.
"Gracias a mi hermano, que es todo para mí, conocí la educación especial", señala.
"La retribución que quienes estudiamos esto tenemos es ver que un niño que al inicio no puede ni tomar un lápiz, al final puede escribir al menos su nombre".
La institución localizada en el municipio de Atizapán de Zaragoza ofrece dos programas de estudio avalados por la Secretaría de Educación Pública: Licenciatura en Educación en el Área Intelectual y Licenciatura en Educación en el Área Intelectual Visual.
(Agencia Reforma)