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La poderosa tiroides

Es poco el espacio que ocupan las glándulas endocrinas en el organismo humano, no obstante, su función es determinante para la supervivencia.

Por medio de las hormonas -producto de estas glándulas que se vierte en el torrente sanguíneo-, se controlan innumerables funciones que son de tal envergadura que a veces parecería insólito atribuirlas a órganos tan pequeños. 

La poderosa tiroides

Una de las glándulas cuya influencia se manifiesta en todo el cuerpo a lo ancho y a lo largo, es sin duda la tiroides, sus hormonas controlan -a grandes rasgos- ni más ni menos que el metabolismo (el uso de energía, el consumo de oxígeno, la producción de calor, etc ) cualquier ligera pérdida de balance en la producción de estas (las hormonas se miden en microgramos, una millonésima de gramo) trae como consecuencia enormes perturbaciones en la vida diaria del individuo.

La

tiroides

, con su característica forma de mariposa, está situada en la región anterior del cuello, por debajo de la manzana de Adán y es susceptible de ser palpada para descubrir tumoraciones o crecimiento anormal, ver:

Las principales alteraciones en el funcionamiento de la tiroides se derivan del incremento o de la disminución en la actividad de la glándula, es así que puede hablarse de hipertiroidismo o hipotiroidismo respectivamente.

Hipertiroidismo. El exceso de hormonas tiroideas acelera el metabolismo y ocurre con mayor frecuencia en las mujeres, afecta a casi un 1 por ciento  de ellas. Una de las formas más comunes de este desequilibrio hormonal es la enfermedad de Graves, en la que el sistema inmune del aquejado ataca a sus propias células (autoinmunidad). Es un padecimiento hereditario. 

Los síntomas y signos del hipertiroidismo son: debilidad muscular, manos temblorosas, ritmo cardiaco acelerado, fatiga, pérdida de peso, diarrea, irritabilidad y ansiedad, trastornos oculares, intolerancia al calor y sudoración e infertilidad.

Hipotiroidismo. La baja en la función tiroidea puede ser causada por una variedad de situaciones, una de las más comunes es la enfermedad de Hashimoto, que tal como en el caso de la de Graves es un mal autoinmune y el proceso inflamatorio que provoca interfiere con la capacidad de la glándula de producir suficiente hormona. 

Es, asimismo, más común en las mujeres y se hereda. Diversos medicamentos pueden afectar a la tiroides, incluso los tratamientos contra el hipertiroidismo pueden desembocar en hipotiroidismo. Un factor de riesgo es la edad y el género, cerca del 15 por ciento de las mujeres mayores de 70 padecen hipotiroidismo. Algunas manifestaciones son: constipación, aumento de peso, fatiga, intolerancia al frío, cabello y piel secos, menstruación abundante.  

Este problema endocrino representa un peligro especial para los recién nacidos y los infantes. Un decremento importante de hormona tiroidea durante el embarazo puede causar una forma de retardo mental y enanismo conocida como cretinismo. Según estudios más o menos recientes, aun una función tiroidea ligeramente por debajo de lo normal en embarazadas puede afectar negativamente el desempeño de sus hijos en pruebas neurofisiológicas, lo que apunta a que valdría la pena examinar la función tiroidea en todas las mujeres embarazadas (Harvard Health Pub. Sep 1, 2001). 

El cáncer de tiroides, por otro lado, es poco común, menos del 5 por ciento de los nódulos en dicha glándula pueden convertirse en tumores malignos.

Se conoce como bocio a un crecimiento anormal de la tiroides, lo que no significa necesariamente que esté funcionando de manera deficiente. El bocio puede acontecer tanto en el hiper como en el hipotiroidismo e incluso en el eutiroidismo (función normal). 

Tiroides y yodo. El yodo es un elemento indispensable para la producción de la hormona tiroidea, el organismo no lo fabrica y se encuentra exclusivamente en la dieta diaria.

La escasez de yodo conduce al hipotiroidismo y por consiguiente al cretinismo en infantes cuyas madres fueron yodo-deficientes durante el embarazo.

Los alimentos que lo contienen son: lácteos, pescados y mariscos, pan, carne y huevo, varios de ellos costosos o pecaminosos. 

La deficiencia de yodo se ha resuelto en gran parte del mundo adicionando el elemento a la sal (sal yodatada). Hay que ser muy cuidadosos con medidas restrictivas como quitar la sal de las mesas, lo que puede ser benéfico para algunos puede ser pésimo para otros.

(Agencia Reforma)




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