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La Plaza Hidalgo: identidad reynosense

En la década de los años 60, Reynosa fue situada entre las ciudades mexicanas mejor urbanizadas, destacando sus edificios y servicios públicos, entre ellos, la Plaza Miguel Hidalgo, de cuya historia hoy entregamos la segunda y última parte, escrita por el antropólogo y cronista, Martín Salinas Rivera

En la década de 1960, el Programa Nacional Fronterizo, bajo la Secretaría del Patrimonio Nacional (Sepanal), propició una serie de obras de infraestructura; edificios y servicios públicos que elevaron a Reynosa a la categoría de una de las ciudades mejor urbanizadas de México. La Plaza Miguel Hidalgo está entre las últimas obras que fueron canalizadas a través de la Junta Federal de Mejoras Materiales (JFMM) de esa década. 

años 70. En esta imagen tomada por Jesús Cavazos, se aprecia la plaza Miguel Hidalgo en los años de 1970, vista desde el Palacio Municipal.La Plaza Hidalgo: identidad reynosense

Fue en diciembre de 1967 cuando empezó la demolición del antiguo quiosco y plaza. Aunque se empezaron las excavaciones durante la administración del alcalde Rodolfo Garza Cantú, la obra fue construida  y terminada en el año de 1969, durante el inicio de la administración del alcalde Rafael Sierra de la Garza.  

Del proyecto de los arquitectos Benavides y del Rincón se desarrollaron solamente la sección conocida como “Plaza de la Cultura,” que consiste en tres plataformas para actos públicos, en las que abajo se encuentra una construcción a desnivel, que ha servido en diferentes momentos como biblioteca, salón de exposiciones, resguardo del Archivo Municipal, etc. Para su conclusión en diciembre de 1969, la plaza incluía una fuente enfrente de la iglesia, andador social, bancas de concreto con descansa-brazos sostenidas en un solo pedestal, alumbrado y sistema de sonido alrededor de la plaza.

A excepción de algunos fresnos, se introdujeron casi en su totalidad nuevas plantas en el jardín público.

Otros sistemas de sonido fueron acomodados a la plaza en el trienio de Romeo Flores, y en la pasada administración.  

Años más tarde, durante la administración del alcalde Ramón Pérez García, se amplió el andador perimetral y se le agregaron bancas sin respaldos. Además se incluyó a la plataforma superior de la Plaza de la  Cultura, un quiosco de cuatro columnas de estilo modernista, del cual se elevaba un enorme obelisco al que se le instaló un foco rojo en la punta. Esta obra, que tuvo una corta existencia, fue inaugurada durante los festejos del aniversario de la fundación de Reynosa, el 14 de marzo de 1992.

En tiempos de la administración del alcalde Rigoberto Garza Cantú, el anterior quiosco fue sustituido por uno de corte tradicional colonial en la misma plataforma superior de la plaza. Este quiosco de 10 metros de diámetro fue inaugurado el 30 de octubre de 1995.

A la plaza se le anexaron bancas de aluminio fundido  de 2.60 y 1.30 metros, incluyendo bandas perimetrales para las jardineras y  postes de tres luminarias.

La administración pasada, presidida por el alcalde Everardo Villarreal Salinas (2011-2013), cerró la circulación del tramo de la calle Morelos entre la plaza y el Palacio Municipal. Desde 1966, el proyecto de los arquitectos Benavides y del Rincón había propuesto algo similar para un espacio cívico en ese mismo lugar.

Otros cambios a la plaza, de menor envergadura, han sido las placas conmemorativas, esculturas y bustos de personajes históricos. 

En el recuerdo del reynosense, la plaza ha sido el lugar donde nacen las calles y la traza urbana, el comercio, la autoridad gubernamental y las manifestaciones de ideas. Un punto de esparcimiento, de tradiciones donde la dama paseaba en dirección opuesta al caballero para conocerse. También ha sido la meta donde concluyen desfiles cívicos y manifestaciones.

En el presente y futuro se convierte en la carta de presentación para el visitante. Para el reynosense la plaza Hidalgo siempre será el punto de referencia geográfico para su propia identidad. No importa las remodelaciones que reciba siempre terminará adaptándose al entorno cultural de sus habitantes. *(Antropólogo y cronista Municipal de Reynosa).



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