José Feliciano:

Recuerdo el nacimiento de Qué será como si fuera hoy. Sonó el teléfono y ahí estaba Jimmy Fontana, su compositor. Un italiano del que me hice amigo en Argentina y que era muy, muy famoso ya entonces. “¡José! (imita el acento italiano). ¿Te gustaría ir a San Remo?”. Eso fue todo. Grabé Che Sará? en italiano y me invitaron al Festival de la Canción en 1971. Quedamos segundos porque prefirieron a un italiano, pero Qué Será se ganó el corazón de los italianos. Y el de los españoles cuando la grabamos en español. ¡Uno nunca sabe “qué será”! Fue lo mismo con Feliz Navidad. Estaba trabajando en un álbum navideño pero nunca se me pasó por la cabeza que se pudiera convertir en el éxito en el que se convirtió. Con la mano en el corazón. Escribo mis canciones como alguien que ve. Las escucho en mi cabeza y trato de ejecutarlas. Primero los acordes, luego la melodía y al final la letra. ¡Nadie escribe una canción pensando que va a ser un éxito! Si a la gente no le gusta, da igual lo buena que sea, no tendrá éxito. Yo he tenido suerte, el público me ha aceptado con los brazos abiertos. El éxito de Feliz Navidad es su sencillez. No hay nada filosófico en su letra, no tienes que utilizar el cerebro. sólo tienes que disfrutar. Cualquiera puede cantarla. La suerte me sigue acompañando. Mi último álbum también nació de la forma más natural, fruto de mis conciertos en vivo con la filarmónica de Tel Aviv. Es diferente porque no toco la guitarra, es más sinfónico. En el sencillo vuelvo al rock and roll que tanto amo. Lo que sí ha cambiado es la difusión porque es difícil entrar en las radios cuando eres un artista establecido. En EU se piensan que estás acabado. Y nada más lejos. He sacrificado mucho en mi vida. Apenas tuve una infancia porque me dediqué por completo a la música. Y nunca me he arrepentido”.