El ataque de Estados Unidos con misiles crucero contra las fuerzas sirias en respuesta al supuesto uso de armas químicas por el Presidente sirio, Bashar al-Assad, contra sus propios ciudadanos, marcó la diferencia entre el enfoque militar del Presidente Donald Trump y el de su predecesor, Barack Obama. La Administración Trump se ha fijado la meta a largo plazo de formar una coalición internacional para quitar del poder a Assad, pero las opciones que tiene para lograrlo son limitadas.