EVOCA NOVIEMBRE UN PASADO LLENO DE HISTORIA

Nuestro país es dueño de muchas tradiciones, pero también de costumbres extranjeras que con el paso del tiempo y por ser frontera hemos adoptado. Esto no significa que debamos perder las propias costumbres, ya que son nuestras raíces, nuestra cultura y nuestro vínculo con un pasado lleno de historia, sentimiento y amor hacia este maravilloso país que es México. Juntos preservemos este legado histórico, compartiéndolo con el mundo y sintiéndonos orgullosos de ser mexicanos. El 20 de noviembre es sin duda una de nuestras fiestas patrias más importantes, además de festejar debemos hacer valer verdaderamente el sacrificio de nuestros héroes; debemos siempre mirar hacia delante y actuar con honor y dignidad, engrandeciendo nuestra patria y manteniendo nuestras tradiciones intactas a través de los años.

fusión del pasado que se fortalece 

con el presente

En cuanto a la comida, los platillos tradicionales como los tamales y las salsas de distintos chiles fueron parte importante de la alimentación, pero también se inventaron nuevos platos, como la célebre Discada, tan típica del norte (Chihuahua, Coahuila, Durango y Nuevo León) que consiste en una combinación de carne de res picada, tocino, jamón, chorizo, se le agrega cebolla picada, chile jalapeño y tomate, que en aquellos años debió ser una combinación muy azarosa, guisadas en un disco de arado y acompañada con ricas tortillas de maíz.

Cabe mencionar que la victoria de los revolucionarios estuvo siempre marcada por los tradicionales platillos mexicanos: los moles, la barbacoa, los tacos, las tortillas, las salsas, los frijoles, el chile, el pulque, todos ellos con el toque frecuente de la improvisación y la escasez. A pesar de ello, las delicias de la cocina de México no dejaron de consumirse en ningún momento y podríamos decir que la Revolución contribuyó seguramente a retomar esta parte de la riqueza cultural del país, basada siempre en el maíz y el chile.

Ponle sabor a la fiesta

El tequila ha sido fiel compañero en nuestras alegrías y sufrimientos, en los momentos de duelo y los de júbilo. Donde hay una botella de tequila, afirmamos con orgullo, ahí también está el alma mexicana.