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Dueño de clínica utilizó su semen para inseminar a decenas de mujeres; es padre de 18

El médico Jan Karbaat, fallecido hace un mes a los 89 años, inseminó en secreto, con su propio semen durante décadas a decenas de mujeres que acudieron a su clínica de fertilidad. En vez de utilizar el esperma de donantes anónimos a quienes las clientes seleccionaban por catálogo, Kaarbat usaba el suyo. 

Joey Hoodfman (izq.) y su padre Jan Karbaat (der.), en su juventud.Dueño de clínica utilizó su semen para inseminar a decenas de mujeres; es padre de 18

La clínica, ubicada en Róterdam, Holanda, fue clausurada en 2009, cuando autoridades sanitarias descubrieron que Karbaat mezclaba semen de varios hombres para aumentar las posibilidades de embarazo, una práctica que está prohibida.

Uno de los primeros en impulsar las investigaciones fue Joey Hoofdman, un hombre de 30 años que fue concebido luego de que su madre se realizara un tratamiento en Bijdorp. Rubio y de ojos claros, sospechaba que su padre legal, de piel y cabello morenos, no era su padre biológico.

Hoofdman se puso en contacto con varias mujeres que se habían tratado en el lugar y las sospechas se fueron acumulando. Muchas de las pacientes reconocieron que el médico “iba a buscar semen fresco” minutos antes del procedimiento de inseminación. Hoy todo hace pensar que el semen era suyo.

Finalmente, la Justicia autorizó la realización de pruebas de ADN a Hoofdman y a otras 17 personas. Los resultados confirmaron que Karbaat era el padre. Pero serían muchos más, ya que, según la Fundación Hijos de Donantes, Bijdorp suministraba semen a otros centros de fertilización.

Según declaraciones del propio Jan, a lo largo de 40 años, unas seis mil mujeres engendraron cerca de 10,000 hijos tras acudir a sus instalaciones. A partir de los 16 años, los hijos pueden pedir la identidad del donante en Holanda.

El próximo 2 de junio se resolverá el pedido para hacerse pruebas de ADN de otros 25 ciudadanos, quienes han recurrido a la justicia para averiguar si el facultativo es su progenitor y obtendrán para ello un cepillo de dientes, o bien, un cabello del finado. 







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