buscar noticiasbuscar noticias

Diabetes al acecho

Complicaciones: Luego de 1 ó 2 años del diagnóstico, los niños con diabetes pueden desarrollar neuropatía diabética (alteración en los nervios del cuerpo), daño renal o retinopatía diabética (daño ocular), a pesar de estar en tratamiento.

Por Paloma Villanueva

Diabetes al acecho

La diabetes tipo 2 no es exclusiva de un adulto con sobrepeso y malos hábitos alimenticios, pues ya ha alcanzado a los niños mexicanos como consecuencia de la obesidad infantil.

Leticia García, responsable de la Clínica de Diabetes del Hospital Infantil de México "Federico Gómez", destaca que se trata de una enfermedad silenciosa cuyos síntomas no suelen alertar a los papás.

"Los niños empiezan a orinar mucho y con mayor frecuencia, a tener mucha sed. A veces vemos que el niño que ya controlaba bien esfínteres, de repente empieza a hacerse pipí en la cama durante la noche y esto tiene que ser un dato de alerta.

"También presentan disminución del apetito y empiezan a perder peso", detalla la endocrinóloga.

En la mayoría de los casos, los papás e incluso los pediatras no sospechan de diabetes tipo 2 y por eso los pacientes son diagnosticados hasta que llegan al hospital por cetoacidosis diabética, que es una descompensación aguda caracterizada por deshidratación, pérdida del estado de alerta y respiración acelerada.

En la Clínica de Diabetes de este instituto son atendidos 350 pacientes, de los cuales 34 por ciento presenta diabetes tipo 2 y sus edades oscilan entre los 3 y los 18 años.

¿Pero cómo puede un niño de 3 años desarrollar diabetes?, García menciona dos razones principales: que la madre haya padecido la enfermedad antes o durante el embarazo y que el niño tenga obesidad.

"En 3 de cada 10 embarazos es muy probable que la mujer esté afectada por diabetes o por estados prediabéticos y este es un problema grave porque las alteraciones metabólicas en la mamá generan programación metabólica anómala en el bebé y el niño ya nace con una predisposición muy alta para desarrollar diabetes, resistencia a la insulina y todo lo que se asocia al síndrome metabólico", destaca.

Por otro lado, un niño con obesidad está en grave riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, por culpa del sedentarismo y los malos hábitos de alimentación.

"Nuestro principal enemigo son todos los alimentos endulzados, los jugos, los refrescos, los yogurts de sabores, las bebidas con probióticos que también tienen mucha azúcar, los polvos para preparar agua de sabor.

"También son un problema los cereales que traen azúcar, todos los postres, los panecillos envasados y el pan de dulce, que es verdad que son parte de nuestra tradición culinaria y muy sabrosos, pero una concha puede tener más grasa y azúcar que una rebanada de pizza, de modo que no es para nada saludable", destaca la especialista.

García reconoce que las campañas de nutrición que invitan a las familias a comer balanceado, muchas veces no explican qué significa eso; por eso recomienda tener en mente el Plato del Bien Comer durante el desayuno, la comida, la cena y las colaciones.

"En la mañana los niños tienen que comer un poco de proteína (pollo, carne, queso, etcétera), mucha fruta y verdura, suficientes cereales sin azúcar (tortillas, pan integral, avena) y un vaso de leche descremada (light).

"En el lunch se debe mandar una porción más pequeña pero que también incluya proteína, cereal fruta, verdura y agua natural; y en la comida y la cena también se deben consumir todos los grupos del Plato del Bien Comer", explica la especialista. 

Diabetes tipo 2

Factores de riesgo

• Diabetes en la mamá antes del embarazo o diabetes gestacional

• Obesidad

• Peso bajo o alto al nacer (menos de 2 mil 500 gramos o más de 3 mil 500 gramos)

• Rápida ganancia de peso en el primer año de vida (más de 750 gramos al mes)

• Antecedentes familiares de diabetes tipo 2




DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD