Desmienten maltrato a niños en casa hogar. Ahora los quiere de regreso

Ante las acusaciones que hiciera Ana Rosa de la Portilla en días anteriores, de que sus tres hijos eran golpeados en la Casa Hogar Pilar de Esperanza, la Procuradora Municipal de Protección a la Familia y Asuntos Jurídicos, Tita Ernestina Carmona Ariceaga, señaló que son falsos dichos señalamientos, porque los infantes reciben atención alimenticia, de protección y educativa, para que puedan tener una vida tranquila.

Sostuvo que dichas expresiones de la madre de los menores se deben a que los quiere de regreso, pero como no ha cumplido con las condiciones que se le pusieron para que recuperara a los niños, no se le pueden entregar.

Carmona Ariceaga, destacó que el personal de la Casa Hogar Pilar de Esperanza, les ha brindado toda la ayuda necesaria, para que los menores de edad superen el daño psicológico que su padre les provocó al suicidarse frente a ellos por sufrir depresión porque la señora los dejó, mismos que ingresaron a esta institución el 20 de agosto del 2016.

“Ha habido una desinformación respecto a este asunto, sí se entrevistó a la mamá, la cual refiere que sus hijos son golpeados, lastimados y que no se les ha querido entregar; de ninguna manera, ni el DIF ni una de las casas hogar que nos apoyan, que son privadas, tenemos la intención de quedarnos con los niños, lo que queremos es reintegrarlos con sus familias cuando se puede y se da el ambiente y requisitos que deben seguirse por ley, por protocolo del cuidado de los menores”, dijo.

Los menores de edad fueron ingresados por la propia madre porque no podía mantenerlos y solicitó el apoyo a Pilar de Esperanza, para que los cuidaran mientras ella trabaja, además de que el estado anímico y psicológico inadecuado.

La Procuradora Municipal, mencionó que los niños fueron aceptados por la madre superiora de la casa hogar, con la condición de que los infantes saldrían hasta terminar el ciclo escolar porque estaba iniciando y tenían que recibir educación, además de que ella debía cumplir con algunos requisitos para que se les regresaran.

Pero en el mes de diciembre la madre exigió que se los regresaran, pero no se lo concedieron por los acuerdos que se habían tomado, por lo que la señora empezó a ir los domingos a los servicios eclesiásticos a gritar que se los devolvieran con palabras altisonantes.

Otro de los argumentos por los cuales no se los pueden regresar es porque la madre en la visita de Navidad, le dijo a una de las responsables del albergue y a su hija mayor, que ella lo que quería era suicidarse para evadir lo que estaba sucediendo, alertando al personal de la Casa y de la Procuraduría de que la señora aún no está bien psicológicamente y no pondrá en riesgo a los pequeños de que vaya cumplir lo que dijo, lastimándolos.

La señora nos da un indicio de que si le regresamos los niños pudiera atentar en contra de la vida ellos, porque mencionó que quería suicidarse*. Tita Ernestina Carmona Ariceaga, procuradora municipal del DIF