Descendencia artesana. El talento se impone

Israel de Jesús Chino, artesano tamaulipeco originario de Río Bravo, presentó al público sus productos hechos 100% a mano, en el pasado Foro Tamaulipas, demostrando que por más pequeño que sea el negocio, el talento es siempre grande. 

No le hizo falta un stand con publicidad, ni lonas o mantas que anunciaran su trabajo, bastó un tríptico exponiendo el fruto de su ingenio, sus manos y sus herramientas, para llamar la atención de propios y extraños.

Israel viene de una familia que históricamente se ha preocupado por mantener las tradiciones vivas, ya que no sólo se dedican a la fabricación de productos hechos con materiales propios de la región, sino que además inculcan en las nuevas generaciones familiares, los valores mexicanos y la preservación del idioma náhuatl.

Esta familia de artesanos cuenta con un taller en Nuevo Progreso, en donde enseñan cómo elaborar accesorios, prendas, artículos de decoración y para el hogar, a hombres, mujeres, niños y jóvenes, y ya cuentan con un buen número de estudiantes que buscan hacer de estas actividades su oficio y una fuente de ingresos para sus familias.

SU ARTE

> El sustento de Israel proviene de la fabricación de collares, pulseras y llaveros hechos a mano, con diseños personalizados y de numerosos colores, tamaños y formas que bien puede usar todo el mundo sin importar sexo o edad.

Diariamente sale a vender sus productos y asegura que gana más de lo que pueda obtener en un trabajo formal, por lo que ya lleva más de una década recorriendo el territorio tamaulipeco de punta a punta ofertando sus productos.

No sólo conoce toda la costa de Matamoros, sino que también cuenta con una amplia cartera de clientes norteamericanos, desde McAllen hasta la Isla del Padre, que ya lo ubican y adquieren piezas únicas, elaboradas o sencillas y personalizadas para regalar o simplemente para uso personal.

Materiales como el nylon y cáscaras de coco, son sus materias primas, que puede encontrar de manera fácil en muchos lados y cuyo costo no es elevado y diariamente su negocio puede llegar a dejarle hasta 700 pesos de ganancia e incluso más; con esto mantiene a su esposa y 3 hijos.

“No soy de tener jefe y además mi trabajo me permite conocer mucha gente y muchos lugares, no tengo horario y gano más de lo que he ganado en otros lugares cuando he trabajado de manera formal”, dijo.

Hacer una pulsera le toma no más de 10 minutos, ya que para personalizar únicamente necesita tallar la cáscara de coco con el nombre solicitado; ahora que si es de nylon, esto puede llevar un par de horas según la cantidad de colores que lleve.

Los llaveros y collares son más fáciles, pero requieren de mas ingenio y creatividad para hacer algo que llame la atención y que sea de buen gusto.

FUENTE DE EMPLEO. Para él, esta es la actividad económica que le permite mantener a su familia, y aunque para muchos resulte difícil de creer, esto le remunera más que un trabajo formal. 

MATERIA PRIMA. Basta una cáscara de coco, nylon, gubia y sus manos son todo lo que necesita para fabricar verdaderas piezas de arte.