Batallas aéreas sobre Reynosa
Abril 19, 2015 -
Hace 100 años, durante el martes 23 de marzo y el sábado 18 de abril de 1915, Reynosa sirvió como punto estratégico para la Brigada Villa al mando de los generales José Rodríguez y Absaúl Navarro en un intento fallido por tomar la plaza de Matamoros.
Es probable que los villistas hayan arribado a las Rusias desde el viernes 26 de marzo donde establecieron el cuartel de mando junto con otros campamentos. En la mañana de esa misma fecha sobrevoló un avión monoplano a la Villa de Reynosa, dirigiéndose posteriormente hacia Matamoros. La aviación fue motivo de presunción y jactancia en esta campaña militar tanto por el lado villista como carrancista. Los villistas habían adquirido varios aviones en Monterrey, mientras que los carrancistas compraron un monoplano que llegó a Brownsville en tren. Posteriormente aterrizó en Reynosa un biplano, que estuvo en la pista de aterrizaje en las Rusias, al poniente de Matamoros, durante la campaña militar.
La campaña continuó durante los primeros días del mes de abril esperando la llegada de artillería para una batalla decisiva. Desde el 9 de marzo los villistas empezaron los preparativos para una batalla final que culminó con un bombardeo a la ciudad de Matamoros, de las 7 de la mañana a las 12:30 del medio día. Con la ayuda de más de 1,000 indígenas juchitecos los carrancistas lograron repeler a los villistas hacia el poniente de Matamoros, replegándolos a la Estación Rosita.
REYNOSA PARA PERTRECHARSE
Reynosa fungió como lugar de apoyo durante la entrada y partida de la Brigada Villista. El 18 de marzo la villa vio partir el último de 17 trenes donde regresaban las tropas en dirección a Monterrey y Celaya. Algunos heridos de la Cruz Roja de Brownsville tomaron ese día el tren en Reynosa. Los reynosenses veían partir un tercio menos del contingente original. Aproximadamente 1,000 soldados habían sido tomados prisioneros, heridos o muertos durante los enfrentamientos en Matamoros. La villa quedó sin comida y suministros por lo que se tenían que apoyar en el poblado vecino de Hidalgo, Texas, para sobrevivir. La región seguía dividida en pensamiento, algunos apoyando a los carrancistas y otros a los villistas, tanto que los aduanales americanos temían una revuelta en el cruce internacional.
*Antropólogo; Cronista de Reynosa